El martes 11, en horas de la
noche, un buen número de personas se dio cita en la sala del Complejo Cultural
Urbano Girardi, para participar de la conferencia sobre el Año de la Fe y la
Nueva Evangelización, a cargo del Pbro. Dr. Gerardo J. Söding, de la Diócesis
de San Isidro, Licenciado en Sagrada Escritura y Doctor en Teología.
P. Gerardo Söding, durante la charla. |
En la oportunidad, estuvieron
presentes autoridades municipales de San Fernando del Valle de Catamarca y de
Valle Viejo, docentes de la Universidad Nacional de Catamarca y de
instituciones educativas privadas y públicas, representantes legales de
colegios, ex legisladores, sacerdotes, religiosas, miembros de instituciones,
movimientos y pastorales, parroquias y público en general, para participar de
esta propuesta de la Vicaría Episcopal de Pastoral, a cargo del Pbro. José
Antonio Díaz, como preparación para vivir intensamente el Año de la Fe, que el
Papa Benedicto XVI lanzará el 11 de octubre, y marcará junto con la opción preferencial
por los jóvenes las acciones pastorales en la Diócesis de Catamarca durante el
año 2013.
El Pbro. Gerardo Söding,
párroco y biblista perteneciente a la Diócesis de San Isidro, Buenos Aires,
logró introducir la invitación que el Papa nos hace a “un camino de vuelta al
entusiasmo de la evangelización; camino de comunión en la conversión, en el
testimonio, en la caridad; ser testigos discípulos misioneros del poder, del
amor, del conocimiento de que Jesús es Dios con nosotros”.
El sacerdote dijo que hay
que volver a comenzar, porque llega un momento en que el camino de la fe entra
en crisis, que es parte inevitable de todo camino de fe.
Con sus palabras expresó lo
que el Papa propone: “La crisis no es, en primer lugar, algo que le ocurre a
otros y que nosotros miramos desde afuera; no estamos exentos, estamos en el
mismo barco, vivimos en el mismo mundo, padecemos las mismas cosas. Darnos
cuenta de esto nos ayuda a tener una
visión de solidaridad fundamental. Nosotros estamos inmersos, y darnos cuenta
de esto trae como tentación, la angustia, el ansia de querer resolverlo y para
eso entenderlo, y eso no se puede hacer. La crisis hay que vivirla, hay que
atravesarla”.
“El Papa Benedicto nos invita a pedirle al
Espíritu de Dios la valentía de vivir lo que tenemos que vivir día a día. Esto
supone dos elementos: la confianza fundamental de que se puede, dada por
alguien que ya la pasó y me puede dar la esperanza y la fuerza; y la compañía
de otro. Confianza hacia delante y compañía en el presente, es lo que en la
Iglesia se llama Dios con nosotros. La esperanza en el resucitado se tiene que
hacer compañía a los que van resucitando”, expresó.