Camino a la Beatificación

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12 abril 2018

Mons. Cargnello en la Misa de Clausura del Encuentro de Sacerdotes del NOA


“El Valle de Luz nos ha iluminado para proyectarnos a todo el NOA”

Con la Eucaristía concelebrada a los pies de Nuestra Madre del Valle, en el Altar Mayor del Santuario Mariano, durante la fresca mañana del jueves 12 de abril, culminó el Primer Encuentro de Sacerdotes del NOA, que convocó a cerca de 200 obispos y presbíteros de la región, en torno a la temática de la Piedad Popular y la Espiritualidad Sacerdotal. Una convocatoria histórica, que deja una fuerte impronta en el camino hacia el Jubileo por los 400 años del hallazgo de la Imagen bendita de María en su advocación del Valle, en la Gruta de Choya
La celebración coincidió con el 127° aniversario de la Coronación Pontificia de la Imagen de
Nuestra Señora del Valle, en el quinto día del Septenario en su honor, en que rindieron homenaje los pueblos originarios y las colectividades extranjeras que echaron raíces en estas tierras. Cada una de las comunidades brindó un marco colorido portando las banderas de Italia, España, Irlanda, Siria y El Líbano; mientras sus representantes dieron un matiz diferente a la celebración leyendo la Palabra de Dios en sus idiomas de origen, como también las intenciones de la Oración de los Fieles.
La ceremonia litúrgica fue presidida por el Arzobispo de Salta, Mons. Mario Antonio Cargnello,  y concelebrada por los prelados presentes, entre ellos el Obispo anfitrión, Mons. Luis Urbanc, y sacerdotes de las distintas jurisdicciones eclesiásticas del NOA, incluyendo a los venidos del interior de la diócesis local.

Durante su homilía,  Mons. Cargnello expresó:
Hijos de esta tierra. “Queridos hermanos, nosotros, los sacerdotes del Noroeste Argentino, hijos de esta tierra, como los apóstoles, nos hemos reunido buscando cumplir la voluntad de Dios. Y lo hemos hecho bajo el lema “Madurando la fe de nuestros padres”. ¿Y cómo madura la fe? ¿Cómo madura la vida? Como el pan casero que lo envuelven para que leude, así los brazos de este valle, que el poeta don Juan Oscar Ponferrada supo llamar Valle de
Luz, nos ha cobijado”.
En el lugar del hallazgo. “En la Gruta de la Virgen del Valle, ayer a la tarde, parece como si nos hubieran querido apretar junto al seno mismo de María para que volvamos a escuchar el llamado a renacer. A renacer como cristianos y como sacerdotes desde el altar. Nos lo ha dicho Mons. Carlos, volvemos al altar para renovar nuestro sacerdocio, para recordar que Jesús sigue apostando por nosotros”.
Piedad popular. “Hemos recorrido el camino de la piedad popular, primero en el rostro de los santos, de los apóstoles. Hemos descubierto la piedad en el rostro de María, en el rostro de Cristo, que nos muestra al Padre y que nos abraza en el Espíritu. Es el Señor de la Misericordia y de la Vida, que es capaz de crear una nueva cultura, paciente pero creativa. Ellos han fraguado la espiritualidad cordial y misionera de nuestros pueblos. Por eso no hay norteño que vaya a cualquier parte del país y más allá, que no lleve su devoción”.

Esquiú. “Son varios los Santos, Beatos, Venerables, Siervos de Dios, de nuestro país. Déjenme detenerme en Brochero, Mama Antula y Fray Mamerto. Hay como tres notas que los caracterizan a los tres: son pobres, son promovedores de la gente más humildes y son gente abierta a todos. Y de ahí quisiéramos alimentar nuestra espiritualidad, que dé unidad de vida y genere vida”.
Espiritualidad sacerdotal. “Madurar la fe supone tomar en serio al Señor Jesús. Nuestra espiritualidad es la del caminante, del que mira y apuesta por Jesucristo y por los hermanos. Pero también supone saber esperar. No nos amarguemos cuando no nos va bien, tengámonos paciencia, aceptemos a los demás y a nosotros mismos. Aprendamos a luchar para superarnos”.
La gente. “Estemos cerca de la gente, eso es fuente de gozo. Qué lindo es cuando confía en nosotros. Que desarrolle el sentido de pertenencia a nuestro pueblo”.
Reenvío. “Esta misa nos reenvía a nuestras comunidades, volvamos contentos. El seno de María nos levanta y nos acompaña. Gracias a la gente de Catamarca porque el Valle de Luz nos ha iluminado para proyectarnos a todo el NOA. Gracias Señor Jesús por hacernos parte de esta zona de Argentina que tanto tiene que decir. No nos callemos”.
Antes de finalizar la Santa Misa, Mons. Urbanc entregó a cada uno de los Granaderos de la Guardia de Honor una pequeña imagen de la Virgen del Valle, para que los acompañe y proteja, como expresión de gratitud por este servicio.
Cuando culminó la celebración eucarística, todos los obispos y sacerdotes se desplazaron hasta el Paseo de la Fe, donde se tomaron una fotografía de este gran acontecimiento de fe, unidos a la Madre del Valle.