Mons. Urbanc:
“Dejemos los lugares cómodos y salgamos a llevar la Buena Noticia de
Jesús”
El domingo 5 de
mayo marcó el epílogo de la intensa visita pastoral del Obispo Diocesano, Mons.
Luis Urbanc, a la parroquia San Juan Bautista Niño, con sede en la ciudad de
Tinogasta, iniciada el pasado 22 de abril. Esta acción pastoral se enmarca en
el Año Universal de la Fe
y Año Diocesano de la
Juventud , y es la primera del año a una comunidad parroquial
de la Diócesis
de Catamarca.
Durante15 días, el
Pastor Diocesano recorrió más de 20 localidades y parajes diseminados en el
amplio territorio parroquial; visitó más de 30 barrios de la cabecera
departamental, más de 20 escuelas y capillas, además de oratorios y grutas;
clubes, centros de salud, dependencias municipales, fuerzas de seguridad,
distintas instituciones y casas de familia. Administró los Sacramentos,
especialmente la Unción
de los Enfermos y la
Eucaristía a cientos de ancianos y enfermos, a quienes llevó
esperanza, fe y amor en Cristo Jesús.
Los actos de cierre
dieron inicio por la tarde, con la Gran Peregrinación
de la Fe de la que
participaron todas las comunidades de la jurisdicción parroquial, portando a
sus respectivos Patronos. La marcha tuvo como punto de partida el arco de
entrada a la ciudad, llegando hasta el atrio del templo, donde Mons. Luis
Urbanc presidió la Santa
Misa de clausura, concelebrada por el Cura Párroco y Vicario
Parroquial, Pbros. Esteban Chaile y José Aguirre, respectivamente.
“Tenemos que ir al encuentro de los marginados”
Durante su homilía,
Mons. Urbanc dio gracias a Dios “por estos 15 días en que he compartido la fe,
la vida, las alegrías y las penas de esta Iglesia que peregrina en Tinogasta”;
y agradeció “la tarea, en primer lugar, de los sacerdotes que hacen presente a
Jesús en esta comunidad, al Consejo de Pastoral Parroquial”, como también a
quienes trabajan en las instituciones eclesiales, autoridades e instituciones
civiles que “sirvieron durante esta visita pastoral, para que dé sus frutos”.
Explicó que “así
como Jesús vino a pastorear, la misión de la Iglesia es pastorear. Y esto lo hemos vivido de
una manera intensa en estos días”; y agregó: “Salgo muy contento, cansado pero
contento, con todos he podido llevar un consejo, una bendición, consuelo”,
considerando que “esta presencia ha sido una verdadera misión, que los
sacerdotes han tenido que hacer con el Obispo, en el marco de la Misión Diocesana
Permanente”.
Recordando las
palabras del Papa Francisco, quien remarcó el peligro de una Iglesia narcisista
si nos quedamos adentro, exhortó a todos “a salir a las periferias no sólo
físicas sino a las periferias de las miserias personales”. Luego dijo que “la Iglesia tiene que salir
por medio de sus miembros. Tenemos que ir al encuentro de los marginados,
dejemos los lugares cómodos y salgamos a llevar la Buena Noticia de
Jesús. Debemos tener una vida participativa en la Iglesia y no ser
espectadores, basta de espectadores, y hay muchos espectadores en la Iglesia , criticando. Tengo
que dedicar el tiempo para consolar, para construir la Iglesia. La Iglesia
necesita de sus miembros y quiere contar con tu servicio, con tu amor, con tu
vida”.
Asimismo, invitó a
todos a aprovechar el Año de la Fe
para profundizar y purificar nuestra fe; y pidió que en este Año Diocesano de
los Jóvenes “nos acerquemos a una de estas periferias, porque hemos dejado a la
intemperie, en la falta de amor crónico a nuestros adolescentes y jóvenes.
Ayudémoslos a que puedan creer en Dios, a que puedan sentir que El los ama”.
Acto protocolar
El acto protocolar
de despedida se desarrolló con el retiro de las banderas de ceremonia, la
entonación del Himno Nacional Argentino y las palabras de despedida.
El Cura Párroco
Esteban Chaile agradeció al Señor Obispo su testimonio de entrega, que fue muy
edificador. También destacó la generosidad de directivos, docentes,
autoridades, instituciones y a cada comunidad, que ayudaron a hacer posible
esta visita de nuestro Pastor. “Vivimos un tiempo de nuevos aires del Espíritu
Santo en nuestra comunidad”, dijo el sacerdote.
Por su parte, el
Secretario de Cultura, Educación y Turismo, Prof. Jorge Castro, en
representación del Ejecutivo Municipal, manifestó que “fue un gran honor contar
con su presencia, pero sobre todo una satisfacción espiritual, por su ejemplo
de compromiso, de solidaridad. Nos deja el mensaje de que debemos construir
Finalmente, Mons.
Urbanc agradeció “las palabras obsequiosas y todos los sentimientos que llevan
en su corazón. Ha sido un tiempo de gracia, los seguiré alentando con mi
oración para que cumplamos la misión que Dios nos ha dejado”.
Tras el arriamiento
de la Bandera Nacional ,
se ofreció una velada musical, a cargo de profesores de la Secretaría de Cultura
Educación y Turismo local.
Como corolario de
esta fiesta de la fe, todos los presentes degustaron un sabroso chocolate en un
clima fraterno y de gozo espiritual.