El lunes 6 de mayo, el
Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc, consagró el altar y dedicó el nuevo templo
de San Expedito, ubicado en el barrio 20 de Diciembre (90 viviendas), en la
zona sur de la ciudad de Belén.
La ceremonia religiosa se
llevó a cabo en horas de la tarde y acompañaron al Pastor Diocesano, el Cura Párroco
de Nuestra Señora de Belén, Pbro. Pablo Batallán, y sus colaboradores,
autoridades municipales, miembros de la Comisión Pro Templo, entre otras
autoridades, vecinos del barrio 20 de Diciembre y otros fieles cristianos.
En el inicio de la
celebración eucarística, se dio lectura al Decreto Episcopal por el cual se
resuelve la dedicación del Templo y la consagración del Altar. Seguidamente, el
Obispo bendijo agua con la cual roció el templo y al pueblo.
Tras la homilía, se rezó el
Credo y se cantaron las Letanías de los Santos. Mons. Urbanc elevó la plegaria
de dedicación del templo, para expresar el propósito de dedicar perpetuamente
el templo al Señor y pedir su bendición. A continuación ungió con el Santo
Crisma el Altar, con lo cual éste se convierte en símbolo de Cristo, que es y
se llama por excelencia el “Ungido”. También fueron ungidas las cuatro cruces
adosadas a los muros del templo, y luego se quemó incienso sobre el altar, para
significar que el sacrificio de Cristo, que allí se perpetúa místicamente, sube
a Dios como suave perfume, y para expresar que las oraciones de los fieles
llegan hasta el trono de Dios. Luego se procedió a la incensación del pueblo de
Dios, tras lo cual se incensó la nave del templo para indicar que, por la
dedicación, fue convertido en casa de oración.
Concluida esta parte de la
ceremonia se revistió el altar, para indicar que el altar cristiano es el ara
del sacrificio eucarístico y la mesa del Señor, alrededor de la cual los
sacerdotes y los fieles celebran el Memorial de la muerte y resurrección de
Cristo y comen la Cena del Señor. Después del revestimiento del altar, se
procedió a la iluminación del altar, seguida de la iluminación del templo, para
recordar que Cristo es “la Luz para iluminar a las naciones”, con cuya claridad
resplandece la Iglesia y por ella toda la familia humana.
Luego de la preparación del
altar, el Señor Obispo celebró la Eucaristía, que es la parte principal y más
antigua de todo el rito, ya que con el rito eucarístico se alcanza el fin
principal para el que se edifica una iglesia y se erige un altar.
Al final, el Señor Obispo
bendijo solemnemente al pueblo, concluyendo este gozoso acontecimiento, que
vistió de fiesta al barrio 20 de Diciembre y a toda la ciudad de Belén y llenó
de cristiano regocijo el corazón de los fieles cristianos que se congregaron en
el templo de San Expedito.
A continuación, y para dar
fe de todo lo vivido y celebrado, firmaron dos ejemplares del acta, el Señor
Obispo, las autoridades presentes y todos los feligreses y vecinos que
quisieron sumarse a este piadoso acontecimiento.