En la jornada
previa a la culminación de su visita pastoral a la parroquia San Juan Bautista
de Tinogasta, el sábado 4 de mayo, el Obispo de Catamarca, Mons. Luis Urbanc,
se trasladó hasta el distrito El Durazno, ubicado en la Sierra de Zapata, en el
noroeste y a unos 55
kilómetros de la cabecera departamental. Se trata de un
lugar de difícil acceso por vía terrestre, por lo que debió realizar alrededor de
8 kilómetros
a caballo, además de otros 47 en vehículo.
Es una comunidad de
antaño, ya que por ella pasa el camino del Inca que comunicaba El Shincal
(Londres-Belén) hacia el Alto Perú.
Esta localidad, a la que Mons. Urbanc llegó
por primera vez, cuenta con un pequeño asentamiento de pocas familias, algunas de
las cuales están dispersas en diferentes puestos. Allí está emplazado un
oratorio dedicado a San Pantaleón, que sirve como punto de encuentro de la
gente para rezar. Debido a la poca capacidad de esta pequeña construcción, para
esta ocasión especial, los pobladores se reunieron en la escuela rural, donde
fue recibido con mucha emoción y agradecimiento.
En las
instalaciones escolares, Mons. Urbanc presidió la Santa Misa , y luego
compartió el almuerzo con los habitantes de esta zona
ubicada en la
jurisdicción de la parroquia San Juan Bautista Niño. Fue acompañado en esta
travesía de la fe por el Cura Párroco, Pbro. Estaban Chaile, y el Vicario
Parroquial, Pbro. José Aguirre.
El Obispo dialogó y
llevó los Sacramentos a estas familias, que debido a la falta de comunicación
fluida que viven deben hacer frente a problemas de salud, educativos,
fitosanitarios y sociales, aunque en ella se encuentra una escuela rural de
nivel primario y una posta sanitaria.