El
miércoles 23 de julio la Legión de María de Catamarca, Comitium Virgen del
Valle, celebró su 64° aniversario, con una misa presidida por su director espiritual,
Pbro. Santiago Granillo, en la Parroquia de Jesús Niño, ubicada en calle Zurita
entre avenida Güemes y calle 9 de Julio. Los miembros de la institución
eclesial dieron gracias a Dios por tantos años de amor y protección derramados
por María en este suelo catamarqueño. Humildemente pidieron las gracias de su
Hijo para que los fortalezca en su apostolado, por muchos años más, llevando el
evangelio a tantos hermanos y hermanas en esta tierra mariana.
El
Pbro. Granillo, en su alocución mensual, animó a los legionarios a presentar a
María los frutos de su trabajo, a renovar el esfuerzo de imitar a la Virgen y expresó:
“Llevémosle a Ella
en este mes aniversario de la Legión en Catamarca a los
hermanos nuevos que hemos conquistado para su Reino. Sigamos adelante, nunca
nos dejemos caer por el desánimo. Nunca nos dejemos vencer por el desaliento.
Eso es veneno para quien tiene puesta en Dios toda su esperanza”.
La Legión de María tiene como finalidad la gloria de
Dios mediante la santificación personal de sus propios miembros por medio de la
oración y la colaboración activa a la obra de la Iglesia y de María.
En
Catamarca esta institución fue fundada por decisión del Obispo Diocesano, Mons.
Carlos Hanlon, quien solicitó a la enviada del Concilium Legionis de Dublín,
Joaquina Lucas, de nacionalidad filipina, que se encontraba trabajando en
extensión en Buenos Aires, que la fundara en Catamarca.
El
28 de julio del año 1950 se fundó el primer Praesidium (centro de trabajo).
Muchos sacerdotes con pasión mariana, al igual que su Obispo, apoyaron la iniciativa. Entre ellos se recuerda a los presbíteros Alberto Miranda, Angel Oviedo, Pío Murúa, Lucio Quiroga, Ramón Barros, Adolfo Nieva, Mario Villagrán, y los Padres del Verbo Divino, quienes con entrega misionera sin límites, fueron pilares de la acción legionaria catamarqueña.
Muchos sacerdotes con pasión mariana, al igual que su Obispo, apoyaron la iniciativa. Entre ellos se recuerda a los presbíteros Alberto Miranda, Angel Oviedo, Pío Murúa, Lucio Quiroga, Ramón Barros, Adolfo Nieva, Mario Villagrán, y los Padres del Verbo Divino, quienes con entrega misionera sin límites, fueron pilares de la acción legionaria catamarqueña.