En la tarde del pasado viernes, se llevó a
cabo la bendición del terreno ubicado en cercanías a El Rodeo, más precisamente
en el puesto en el puesto Los Molles, departamento Ambato, donde se levantará
la casa de recuperación de jóvenes que sufren el flagelo de la droga.
Estuvieron presentes el Vicario General de la
Diócesis, Pbro. Julio Quiroga del Pino, el Pbro. Héctor Salas, Vicario para el
Economato Diocesano, el Pbro. Antonio Bulacio, Delegado Episcopal para la
Pastoral de Adicciones,
el Pbro. Bernardo Canal Feijoó, quien trabaja pastoralmente en la parroquia de Nuestra Señora del Rosario, a cuya jurisdicción pertenece el terreno, el intendente de El Rodeo, Armando Seco Santamarina, y los Bomberos Voluntarios de la vila veraniega. También se
dieron cita los miembros del Equipo de Pastoral de las
Adicciones, del grupo de voluntarios Amigos del Cenáculo y familiares de
jóvenes recuperados de las adicciones. el Pbro. Bernardo Canal Feijoó, quien trabaja pastoralmente en la parroquia de Nuestra Señora del Rosario, a cuya jurisdicción pertenece el terreno, el intendente de El Rodeo, Armando Seco Santamarina, y los Bomberos Voluntarios de la vila veraniega. También se
El acto fue breve por causa de la copiosa
lluvia, pero no disminuyó la alegría de los presentes que recibieron el agua
como un signo de bendición y prosperidad para este ansiado proyecto en la
Diócesis de Catamarca.
El Pbro. Quiroga del Pino presidió la Celebración
de la Palabra, y luego de proclamar el Evangelio expresó: “Llueve y nos agrada
que llueva porque es también un regalo de Dios que preanuncia la fertilidad de
esta obra en este campo que hoy bendecimos”. Prosiguió diciendo que “pedimos al
Señor que ayude a que muchos hijos suyos y hermanos nuestros puedan recuperar
su dignidad, puedan recuperar su fortaleza, su valentía, su honestidad, puedan
crecer como hermanos y ser restituidos a la vida normal, que se aprende con
mucha tarea y con mucho esfuerzo”.
Finalmente pidió “que el Señor aliente a los
que así actúan, a los que proponen esta obra, que alienten a cada uno de los
jóvenes que estarán aquí viviendo, conviviendo y compartiendo”. Para finalizar
animó a “que sea una obra de Verdad porque debe estar puesta en las manos de
Dios y una obra de Bondad porque Él nos la concede para que tengamos vida”.
Recordemos que para la primera etapa del
proyecto, el Papa Francisco aportó el 67,27 % del monto necesario para
ejecutarla. La obra se inscribe en el Año Jubilar de la Misericordia, convocado
por su Santidad.