Durante la fresca mañana del
martes 26 de julio, la parroquia de Santa Ana y San Joaquín, con sede en
Miraflores, departamento Capayán, celebró su primer año de vida, con una serie
de actos, que contaron con la presencia de Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc.
Esta fiesta fue precedida por visitas a los barrios de la zona y el rezo de la
novena en distintos lugares de la parroquia, que movilizó a participar de este
importante acontecimiento.
Las celebraciones dieron
inicio con la procesión por las calles de la localidad con la participación de
las autoridades locales, delegaciones escolares con sus abanderados y escoltas,
agrupaciones gauchas y fieles
provenientes de las comunidades que integran la
jurisdicción parroquial, portando las imágenes de sus Santos Patronos.
A lo largo del trayecto adornado
con gallardetes y altares, todos juntos rezaron y cantaron alabanzas Dios. Al arribar
a la plaza principal se ubicaron frente al templo parroquial, donde se ofició
la Santa Misa, presidida por Mons. Luis Urbanc, y concelebrada por el párroco,
Pbro. Dardo Olivera, y sacerdotes de los Decanatos Centro y Capital.
En la oportunidad, se
leyeron los decretos municipales declarando Huésped de Honor al Señor Obispo, y
de Interés Municipal el primer aniversario de la creación de la parroquia de
Santa Ana y San Joaquín.
En su homilía, el Obispo
manifestó su alegría porque “están presentes las distintas comunidades que
pertenecen a esta parroquia de Santa Ana y San Joaquín, han venido de la
montaña, del valle, así que bienvenidos a todos y ojalá que siempre tengan esta
delicadeza de participar de las fiestas patronales. Si hay en una capilla una
fiesta, vamos todos ahí a alegrarnos con los hermanos. Esta movilidad a lo
largo del año ayuda a muchos mantener encendida la fe y, sobre todo, el amor
cristiano. Ese amor que nos tiene que llevar al encuentro de los demás”.
Luego destacó las figuras de
Santa Ana y San Joaquín como “esposos creyentes, que aman a Dios y han acepado
la misión de ser
esposos” y “también tienen la misión de modelar esta parroquia
nueva de nuestra Diócesis”, indicó Mons. Urbanc.
“Tenemos
que imitar a nuestros Patronos”
Afirmó que “además, estos
padres, que son los abuelos de Jesús, nos ayudan a reflexionar también sobre la
figura de los abuelos, quienes tienen un papel muy importante en la educación
de los niños. Tenemos que contemplarlos, admirarlos e imitarlos a nuestros Patronos,
cuyas obras
de justicia no han sido olvidadas. La gran obra de Joaquín y Ana es
su hija María, y otra obra mucho más grande es su nieto, Jesucristo, el Hijo de
Dios, que se encarna en el seno purísimo de María”.
También resaltó que “son
nuestros grandes intercesores delante de Dios, para que esta comunidad sea
ejemplar, donde los abuelos vayan cumpliendo su rol educativo, con toda la
sabiduría de vida que han ido acumulando por la experiencia de los años
vividos, que los puedan transmitir, ofrecer, de un modo atractivo a las
generaciones nuevas”.