En la tarde del domingo 3 de
junio, la Virgen del Valle se despidió de sus hijos salteños durante una
multitudinaria misa concretada en la parroquia que la tiene como Patrona en la localidad
de General Güemes.
La Santa Misa fue presidida
por el Obispo de Catamarca, Mons. Luis Urbanc,
y concelebrada por el Vicario General de la Diócesis, Pbro. Julio
Quiroga del Pino, y el párroco anfitrión, Pbro. León Aufrede, como
cierre de la
histórica visita a los pueblos de Vaqueros y General Güemes.
En su homilía, el Pastor de
la Iglesia catamarqueña destacó la figura de la Virgen María como “modelo de
creyente y modelo de mujer de esperanza y de caridad”. Tomando la lectura del
Evangelio, expresó que “la Virgen nos pide que seamos de esos que van de dos en
dos a anunciar el Reino, porque la tarea que asumimos es una tarea misionera”. Luego
agregó que “Ella nos renueva en la fe para que seamos discípulos misioneros,
dispuestos a comprometernos con esa tarea evangelizadora”.
En el tramo final de su predicación,
Mons. Urbanc animó a los fieles a que “después de haber tenido la dicha de
compartir con la Virgen estas 24 horas, comprométanse a trabajar por las
vocaciones sacerdotales y religiosas, no solamente a misionar como laicos sino a
promover las vocaciones en las familias”.
Luego de la bendición, el
Obispo catamarqueño tomó en sus brazos a la imagen peregrina de la Virgen del
Valle y emprendió el regreso a su Santuario, después de desplegar su gracia por
pueblos de la hermana provincia de Salta.