El sábado 28 de septiembre, el
Padre Eduardo López Márquez asumió como nuevo Administrador Parroquial de la Santa
Cruz, en el barrio Altos de Choya, zona norte de la ciudad capital. El
sacerdote venía cumpliendo su servicio sacerdotal en la parroquia de Nuestra Señora
de la Merced, en Villa Dolores, departamento Valle Viejo.
La ceremonia fue presidida
por el Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc, y concelebrada por el anterior
párroco, Pbro. Julio Ávalos, y el designado Administrador Parroquial. Pbro.
Eduardo López Márquez.
Tras la lectura del decreto
de designación, en su homilía, Mons.
Urbanc agradeció al Padre Julio Ávalos su servicio en estos últimos años al
frente de la parroquia y al Padre Eduardo López Márquez la disponibilidad para
asumir “como Administrador Parroquial, para que los acompañe a ustedes por un
tiempo, hasta después del Congreso el año
que viene, por lo menos hasta mayo. Que el Señor le conceda salud, fortaleza, para
motivar a estas pequeñas comunidades de la parroquia de la Santa Cruz a seguir
siendo fieles al Señor, a ser comunidades de oración, apostólicas, misioneras”.
Asimismo, puso énfasis en la
labor de los laicos en el seno de la Iglesia, indicando que “quienes quedan en
la parroquia son ustedes, los curitas pasamos, ustedes son los que tienen que
animar la tarea pastoral. Los sacerdotes podemos hacer lo propio de los
sacramentos, pero el gran peso de la evangelización en la parroquia depende de
los laicos”.
En este sentido, apuntó: “Espero
que este desafío del IV Congreso Mariano Nacional signifique una gran
maduración de los laicos, necesitamos un laicado maduro, comprometido, a
ustedes les va a tocar ir asumiendo las responsabilidades propias del laico,
del bautizado. La primitiva comunidad cristiana fue evangelizada por los
laicos, los apóstoles salieron, anunciaron, pero después, la fe se fue
difundiendo gracias a los bautizados, dando testimonio con alegría del don de
la fe”.
En el transcurso de la
celebración, el nuevo Administrador Parroquial realizó la profesión de fe, el
juramento de fidelidad y la renovación de las promesas sacerdotales. También
recibió de manos del Pastor Diocesano, los Santos Óleos, el Pan y el Vino y las
llaves del Sagrario.
Concluida la celebración
eucarística, el Padre López Márquez fue saludado por miembros de la comunidad, entre
los que se encontraban varios catequistas.