Durante la fresca mañana del
lunes 16 de septiembre, un entusiasta grupo de jinetes sanjuaninos arribó a la
ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca, para honrar a la Virgen del
Valle en su Santuario, ubicado frente a la plaza 25 de Mayo, principal paseo
público de la ciudad capital.
Luego de 16 días recorriendo
a caballo las rutas que unen la provincia de San Juan con Catamarca, Jorge
Ochoa, Jorge Vilaplana, Oscar Brizuela, Fernando Sosa, José Carpio y Roberto
Sosa, llegaron a los pies de la Madre Morena. Un gesto que cobra especial significación
en este tiempo especial de preparación para vivir el Jubileo por los 400 años
de su presencia entre nosotros.
Jorge Darío Ochoa comentó
acerca de esta travesía de fe, que emprendieron el 1 de septiembre desde el
barrio Nazareno, y concluyeron hoy en la capital catamarqueña, llevando una
Imagen de la Patrona de Catamarca.
“Han sido muchas etapas,
hemos venido parando en varios puestos, donde gente nos ha recibido y nos
atendió muy bien. Hubo noches que pasamos en el campo, a lo gaucho, como quien
dice. Y aquí estamos, llegamos gracia a Dios y a la Virgen, quien nos protegió
en el camino”, relató.
El vocero del grupo dijo que
surgió como
“una juntada de amigos, somos tres amigos que salimos para todos
lados siempre juntos, y hay dos de los muchachos que viven en el barrio
Nazareno, donde la calle se llama Virgen del Valle. Esto salió del corazón, porque
no fue algo planeado, sí lo hemos hablado tres meses atrás y desde entonces
hemos empezado a preparar los animales”.
Este desafío de transitar
cientos de kilómetros montados en sus caballos les deparó algunos
inconvenientes que supieron sortear. “Hemos tenido varias complicaciones para
poder hacer este viaje, pero la Virgen nos ha ayudado, una de las
complicaciones más grandes fue que cuatro días antes de salir, la camioneta con
el carro, que nos iba a acompañar, y el jaulín para cualquier apoyo de los
animales, no podía venir, así que nos quedamos nosotros y los caballitos.
Agradezco a Jorge Vilaplana, quien puso su camión para acompañarnos”, afirmó.
En el trayecto se les sumó un
perrito, que también llegó a nuestra ciudad.
Ochoa manifestó que fue una
experiencia “muy linda y emocionante, algo que no nos esperábamos. En San Juan
hay mucha gente devota de la Virgencita del Valle, particularmente no conocía
ni la Catedral, ni a la Virgen, más de tener una estampita en la casa, pero
nunca me imaginé llegar acá, y menos a caballo, a honrarla”.
“La visitamos a la Virgen, que
nos ha bendecido. Hemos traído una Imagen de Ella, durante todo el camino, y
que de regreso va a estar en una plazoleta en la entrada del barrio, donde se
va a construir una gruta para colocarla allí. Llevamos una devoción más fuerte para
allá”.