Con la Santa Misa, a las
20.00, en la Catedral Basílica y Santuario Mariano, finalizó la reunión de
delegados diocesanos para el Congreso Mariano Nacional, que tendrá lugar en
Catamarca, del 23 a 26 de abril de 2020, en el marco del Jubileo por los 400
años del hallazgo de la Virgen del Valle.
Después de la intensa labor desarrollada
durante la mañana del martes 10 de septiembre, en la casa de retiros
espirituales Emaús, oportunidad en que se presentaron los avances en la
organización del evento mariano, los representantes de las jurisdicciones
eclesiásticas del país se trasladaron hasta los principales puntos de devoción
a la Madre Morena y otros donde se realizarán las convocatorias masivas.
Entre esos espacios, se
incluyó la Gruta de Choya, donde se rezó el Santo Rosario, llegando luego al
Predio Ferial Catamarca, pasando por la Ermita de Valle Viejo, donde
compartieron una breve exposición del
Prof. Mario Vera sobre este lugar; y el Anfiteatro de Valle Viejo, que será
escenario del Espacio Joven.
El recorrido concluyó en la
Catedral Basílica y Santuario Mariano, donde el Obispo Diocesano, Mons. Luis
Urbanc, presidió la Santa Misa, concelebrada por los sacerdotes de distintas
diócesis de Argentina y del clero catamarqueño.
En su homilía, Mons. Urbanc
comentó a la asamblea acerca de la jornada especial que se realizó con la
presencia de los
representantes de las diferentes diócesis de Argentina, quienes
tendrán la tarea de coordinar la participación de los congresistas de sus
respectivas circunscripciones en el IV Congreso Mariano Nacional.
“Estamos caminando hacia el
Año Mariano Nacional, que comienza el 8 de diciembre de 2019, y durante 2020,
el IV Congreso, entre el 23 y el 26 de abril, en el marco del Septenario en
honor a la Virgen por su Coronación”, manifestó en parte de su predicación,
agregando que “vamos a rezar en esta Misa de un modo particular para que nos
preparemos concienzuda y responsablemente para vivir el Año Mariano y el IV
Congreso Mariano Nacional. Uno de los grandes trabajos que tenemos como
anfitriones es la preparación de al menos 6.500 plazas para recibir a los
congresistas. Los catamarqueños tenemos que abrir el corazón para pedirle a la
Virgen que estemos dispuestos a acoger a estos hermanos de las diócesis, cada
una tiene un cupo de 100 personas”.
El Pastor Diocesano volvió a
expresar su anhelo y el de todos los catamarqueños de que el Papa Francisco
pudiera cerrar el Congreso Mariano, como también la posible beatificación de Fray
Mamerto Esquiú, si avanza el proceso de investigación de un supuesto milagro
por su intercesión. “Sería muy hermoso, si está todo listo, que ese domingo, en
la clausura del Congreso, podamos tener también la gracia de la beatificación
de este gran catamarqueño, fraile franciscano, y conciudadano, sacerdote,
obispo, que tanto bien nos puede hacer a toda la Nación”, dijo.
Asimismo, invitó “de corazón
a que recemos
con gran fervor a la Virgen para que nos ayude a que este Año Mariano
y el Congreso sea un acontecimiento que movilice a toda nuestra Patria, que nos
sacuda, que nos conmueva. Que María Santísima, después de 40 años del último Congreso,
realizado en Mendoza en el ’80, nos ayude a encarar esta Iglesia del siglo XXI,
de este milenio que recién comienza”.
Tomando el Evangelio que
relata el llamado de los 12 Apóstoles, afirmó que “nuestra fe es apostólica,
fundada en los apóstoles, llamados por Jesús”, y a quienes “fue formando y
trabajando a fondo, porque en ellos quiere construir su Iglesia”, aseveró.
Asimismo, señaló que “la fe
apostólica significa que se funda en una comunidad”, y pidió a la Virgen que
nos ayude “a amar a la Iglesia, que seamos una Iglesia fiel, servidora, que
sale siempre al encuentro de los demás, especialmente de los más débiles, de
los marginados, de los excluidos, llevando la buena noticia, porque
ése es el
mandato de Jesús”.
Antes de la bendición final,
todos los presentes rezaron la Oración del Año y Congreso Mariano y le cantaron
a la Madre del Valle.
Posteriormente, se vivió un
momento muy emotivo, en el Camarín de la Virgen, cuando los visitantes saludaron
a la Imagen cuatro veces centenaria, en un clima de oración y con cantos a
cappella.