8° Día: Domingo 9
“Un Hijo y un Hermano”
Inicio
Nos disponemos a rezar el octavo
día de la novena pidiendo por la pronta Beatificación del Siervo de Dios Fray
Mamerto Esquiú.
En el nombre del Padre, del Hijo
y del Espíritu Santo. Amén.
Acto Penitencial
Con humildad y confianza pidamos
perdón de nuestros pecados:
Yo confieso ante Dios Todopoderoso…
Dios todopoderoso, tenga
misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida
eterna. Amén
Oración inicial
Dios y Padre nuestro, que nos has
manifestado tu amor trayendo a la vida a nuestro hermano Mamerto Esquiú, te
pedimos que pronto pueda ser proclamado Beato de la Iglesia, para que sea un
intercesor en las necesidades de nuestro pueblo argentino y en nuestro caminar
de discípulos de tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén
Lectura Bíblica: del Evangelio según San Mateo 12, 46-50
"Todavía estaba hablando a
la multitud, cuando su madre y sus hermanos, que estaban afuera, trataban de
hablar con él. Alguien le dijo: «Tu madre y tus hermanos están ahí afuera y
quieren hablarte». Jesús le respondió: «¿Quién es mi madre y quiénes son mis
hermanos?». Y señalando con la mano a sus discípulos, agregó: «Estos son mi
madre y mis hermanos. Porque todo el que hace la voluntad de mi Padre que está
en el cielo, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre»." Palabra del
Señor.
Reflexión: Fray Mamerto, promotor de la familia.
Fray Mamerto amó a sus padres y hermanos.
Sufría cuando no recibía cartas de ellos. Después de vivir trece años en
Bolivia, regresó a su amada Piedra Blanca a visitarlos. En el seno familiar
aprendió a amar, a rezar, a ser persona, a respetar los valores y principios.
Allí en su cuna familiar nació su vocación de ser franciscano y sacerdote. ¡Qué
importante fue su amada familia en su vida de santidad! ¡Qué ejemplo para
nosotros que vivimos en otra época!, de valorar la familia que tenemos, de
velar por ella, de buscar la voluntad de Dios, en la sencillez del hogar. Su
casita era una vivienda rural, con paredes de adobe revocadas y blanqueadas y
con el techo de barro torneado sostenido por una estructura de tirantes de
algarrobo y cañizo. Vivían allí sus hermanos: Rosa, Odorico, Justa, Josefa y
Marcelina; su abuela doña Paula y tu tía Francisca. Apelamos al testimonio del
propio Esquiú que, en octubre de 1858, cuando tenía treinta y dos años,
escribió una evocación del hogar paterno:
«Seis éramos los hijos venturosos
de estos padres tiernos que, sin bienes de fortuna, y en el humilde estado de
labradores, eran felicísimos en la tranquilidad de su virtud…y en las dulzuras
de una vida contraída exclusivamente a su familia y a Dios».
Oración de los Fieles
A cada intención decimos: Te lo
pedimos Señor
1. Por la Iglesia, para que junto al Papa
Francisco y nuestro/s Obispo/s, vele siempre por la familia cristiana a ejemplo
de Fray Mamerto, oremos…
2. Por nosotros los bautizados, para que como
discípulos valoremos nuestra realidad de hijos y de hermanos en la Iglesia
familia, oremos…
3. Por nuestra Argentina, para que sus
gobernantes trabajen por el bien común, y así vivamos en justicia y unidad,
oremos…
4. Por la pronta beatificación de Fray Mamerto
Esquiú, que recibamos como gracia especial el fin de la pandemia, oremos…
Ahora vamos a pedir de forma
personal, que Dios se digne a concedernos la gracia (el milagro) que
necesitamos, por la intercesión del Siervo de Dios y futuro Beato Fray Mamerto
Esquiú (Momento de silencio).
Rezamos juntos ahora la oración
de Jesús: Padrenuestro.
Oración Beatificación de Fray Mamerto Esquiú
Padre bueno, de cuyo amor procede
toda gracia,
que diste a nuestro hermano
franciscano Mamerto Esquiú,
tantos dones especiales y lo
hiciste pastor de tú pueblo;
por su vida de entrega en la
predicación, doctrina, ejemplo
y servicio a los más necesitados,
te suplicamos que completes
tu obra, glorificándolo con la
corona de los santos.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén
Fray Mamerto nos dice sobre la Virgen María y San José:
“Busquemos la gracia de Jesús,
pero busquémosla por medio de María, saludándola con el Ángel: llena eres de
gracia”.
“…Hermosísimo San José, en tus
manos pongo mi vida para que hagas con tu poder y misericordia que en ella
cumpla la santa voluntad de mi Señor Jesucristo. Amén”.
Rezamos ahora un Ave María y
Gloria.
Oración final
Te rogamos Padre Misericordioso
que, al celebrar el nacimiento del Venerable Siervo de Dios Mamerto Esquiú, el
pueblo cristiano en Argentina se alegre por su pronta beatificación, y reciba
de su intercesión, la gracia de la paz y la unidad. Por Jesucristo nuestro
Señor. Amén
Terminamos con la Canción para la
Beatificación de Fray Mamerto (página final).