Servidores del Santuario y Catedral Basílica participaron del taller de oración contemplativa
Tal como estaba previsto, el
sábado 6 de julio en horas de la tarde, se llevó a cabo el taller de oración
contemplativa, como parte del cronograma de formación propuesto por la Catedral
Basílica y Santuario de la Virgen del Valle, en el marco del Año de la Oración
convocado por el Papa Francisco.
Alrededor de 40 servidores
junto con el rector y el capellán del Santuario Catedral, presbíteros Gustavo
Flores y Ramón Carabajal, respectivamente, se dieron cita en el Monasterio
Inmaculada del Valle de las Monjas Dominicas, para participar de este encuentro
con el Señor y con sus hermanos.
En la oportunidad, fueron
recibidos por Sor Teresa, quien les dio la bienvenida y luego guió los
distintos momentos de esta jornada, que incluyeron una reflexión inicial, una
exposición del tema central, en la capilla, y trabajos en grupos al aire libre en
un ambiente fraterno, mate de por medio. También hubo instancias de oración
personal y comunitaria.
“Dios
es el primero que sale a nuestro encuentro”
Sor María de la Cruz se
refirió a la oración contemplativa tomando el texto del Libro del Génesis donde
relata que Dios baja para encontrarse con el hombre, y éste se esconde. “Lo
importante -señaló- es que Dios baja para encontrarse con el hombre. Como dice
el Papa Francisco, nos ‘primerea’, es el primero que sale a nuestro encuentro.
Y ese salir a nuestro encuentro no es para pedirnos cuentas, para ver cómo nos
va en la vida, sino que desde siempre, desde ese amor que nos tiene y por el
cual nos creó, abrió su vida para entrar en una amistad con Él”.
Luego afirmó que “la oración
contemplativa es llegar a la experiencia de esa amistad, no un ratito, no en un
retiro, sino las 24 horas del día. Puedo estar en el Santuario lavando los manteles,
poniendo las velas, y sigo estando con el Amigo; puedo ir a hacer las compras,
limpiar la casa, lavar la ropa, salir a caminar o a correr, y sigo estando con
ese Amigo”.
“Otra de las características
de la amistad -afirmó- es que no necesitamos hablar... A veces entramos en una
capilla, no decimos nada, estamos en silencio, pero con la experiencia de estar
con un Amigo. Eso forma parte de la experiencia contemplativa”. En este
sentido, dijo que “la amistad comporta un espacio de silencio y, sobre todo,
quién no ha tenido esa experiencia del amigo que ha estado en momentos de
dolor… Dios está en las buenas y en las malas”.
Más adelante consideró que “tenemos
que volver nuestro rostro hacia Dios… el camino de conversión es que volvamos
el rostro y el corazón a Dios, y dejar que se manifieste”, a la vez que expresó
su anhelo de “que cada uno pueda irse con esa experiencia profunda de ver cómo abrir
más los ojos del alma y poder verlo y gustar de ese Amigo que tengo las 24
horas del día a mi lado, aunque a veces parece que estoy solo. Hoy en día hay
mucha soledad, si nos diéramos cuenta con Quien estamos, esa soledad sería más
llevadera”.
La jornada concluyó con oraciones
y cantos de alabanza a Dios.
Fotos: facebook Prensa Iglesia Catamarca / @DiocesisCat