Durante la tarde de este viernes 2 de mayo, rindieron su homenaje a la Virgen del Valle los catequistas, los niños que se preparan para recibir los Sacramentos de la Comunión y la Confirmación, acompañados de sus familias.
La Santa Misa fue presidida
por el padre Marcelo Amaya, director de la Junta Diocesana de Catequesis, quien
en su homilía expresó: “Venimos a los pies de la Virgen del Valle, nuestra Catequista,
ella nos enseña y nos ayuda a que podamos conocerlo, amarlo más Jesús, ésa es
la gran misión de la Catequesis. La evangelización es eso, encuentro con la Buena
Noticia, con el Evangelio, encuentro con Jesús. Y si hay alguien que nos ayuda para
ello es Nuestra Madre, la Virgen del Valle. Por eso decimos que es la gran Catequista
que tenemos aquí en nuestra diócesis”.
“Esta misión que también la
denominamos vocación, y siempre tratamos con los catequistas que puedan descubrirse
llamados a esta bella misión de acompañar a otros al encuentro con Jesús. ¡Qué
hermosa misión! Por eso debemos estar felices de ser catequistas, a pesar las
dificultades que se nos presentan a veces”, dijo.
También se refirió al Año
Jubilar que señaló “está marcado por la esperanza, y qué lindo pensar que el
catequista es alguien que anima a vivir en la esperanza. Tenemos que motivar
mucho vivir en la esperanza como una virtud que se nos da, porque sabemos que es
una virtud teologal. Pero también es una actitud vivir con la esperanza”.
En este sentido afirmó que “el
autor de nuestra esperanza es Jesús, quien nos trae un mensaje de esperanza… y la
gran esperanza que tenemos los cristianos es que un día vamos a participar de
la vida eterna. También supone que esta vida queremos transformarla, hacerla
mejor, queremos hacer presente el Reino de los Cielos; queremos vivir con
esperanza”.
Asimismo, mencionó que “en
estos días se ha ido a la Casa del Padre, el Santo Padre Francisco, quien ha
sido tan importante para una renovación en la Catequesis. Damos gracias a Dios
por su mensaje de ser una Catequesis en salida, más misionera, que sale al encuentro
del hermano; una Catequesis en la que caminamos juntos”.
En el momento de preparar la mesa
eucarística, los alumbrantes acercaron al altar elementos destinados a la atención
de los peregrinos, junto con las ofrendas del pan y del vino.
Durante la celebración eucarística
se pidió a Dios por intercesión de Nuestra Madre del Valle, por la Hna. Marina Sosa,
importante referente de la Catequesis en la diócesis, quien se encuentra
atravesando un momento de salud muy complejo.
Antes de la bendición final, se
realizó la consagración de todos los catequistas, niños y familias de la
Catequesis a la Virgen del Valle.
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Fotos: facebook Prensa Iglesia Catamarca / @DiocesisCat
