Camino a la Beatificación

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26 marzo 2020

SECTOR DE LA PARROQUIA DE SAN JOSÉ OBRERO


Jesús Eucaristía recorrió las calles llevando su bendición

El miércoles 25 de marzo, la parroquia de San José Obrero, con sede en el barrio La Tablada, se sumó de una manera especial a la propuesta del Papa Francisco de rezar para que cese la pandemia del coronavirus.
Bajo la lluvia y el viento registrados en la ciudad capital, a las 12.00, con el repique de las campanas, el Santísimo Sacramento inició su recorrido por las calles de la jurisdicción parroquial, siendo llevado en la Custodia por el Padre Cayetano Lencina, Vicario Parroquial, acompañado por dos laicos y un efectivo policial de la Comisaría de la zona.
En un vehículo, transitó por ese sector sur de Capital, llevando su bendición a los vecinos, quienes acompañaron desde sus hogares el paso de Jesús presente en la Sagrada Eucaristía, que también llegó al Hospital de Niños Eva Perón.
El Padre Cayetano Lencina comentó que, junto con el párroco, Padre Carlos Figueroa, “vimos esta idea en otros lugares y nos agradó. Pedimos el permiso correspondiente en la Comisaría, y un efectivo policial nos acompañó dentro de la cabina de la camioneta, debido a la lluvia”.
Respecto de cómo fue recibida esta iniciativa, dijo que “las familias respetaron lo que pedimos, porque no salían a la calle, se los veía por las ventanas o desde la puerta rezando y saludando al Señor. Eso nos trajo mucha alegría al corazón”.
Afirmó que “si bien fue en la parroquia, lo hicimos con el deseo de que el Señor bendiga y proteja a nuestra Nación, nuestra Provincia, y a todo el personal de salud, a todos. Entiendo que hay gente que desea que se haga en todos lados, pero cuando tenemos fe en el Señor, con que haya salido y nos haya bendecido con su presencia, eso llega a todos”.
“También fuimos a la emergencia del Hospital de Niños, desde donde hicimos una oración por todos los niños enfermos, familiares y personal del hospital, con una bendición desde ahí”, señaló, indicando que “fue una vivencia de fe muy linda”.
Al terminar el recorrido, afuera del templo, se hizo una bendición en los cuatro puntos cardinales, y luego se ingresó al templo para las aclamaciones y la reserva del Santísimo.