Camino a la Beatificación

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27 marzo 2021

El Obispo presidió la Misa en la Catedral

 Con el recorrido del Cristo Crucificado por las calles de la ciudad dio inicio la Semana Santa

 

“Mirando las situaciones de dolor que hay en la familia, en el vecindario, en el mundo, es el modo como vamos a adentrarnos en el misterio de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo”, dijo el Obispo.

 

El sábado 27 de marzo, con el paso del Cristo Crucificado, la imagen réplica de Nuestra Madre del Valle y San José por distintas calles de la ciudad capital, dio inicio la Semana Santa en Catamarca. De esta manera se evocó lo que ya el año pasado ni éste se pudo realizar debido a la pandemia, que es la Peregrinación del Pueblo de Dios, tradicional y masiva manifestación de fe, que se hacía desde la plaza El Maestro hasta la Gruta de Choya.

La marcha comenzó en horas de la siesta y fue acompañada por el Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc, con la escolta de móviles de la Policía de la Provincia y de la Guardia Urbana Municipal.

Los vehículos se desplazaron desde el Paseo de la Fe por calle Sarmiento hacia Avda. Belgrano, Maipú Norte y Avda. Los Terebintos. Los vecinos salieron a las veredas de sus hogares


para saludar el paso de las imágenes de piedad con gran emoción. Luego se dirigieron por Avda. Virgen del Valle hacia al sur de la ciudad, pasando por el Paseo General Navarro, más conocido como La Alameda o Plaza de la Coronación.

Continuando el itinerario, llegaron hasta el complejo urbanístico Valle Chico, donde las


familias salieron a las veredas con las imágenes de la Virgen, mientras hacían flamear sus banderas desde las esquinas.

También en el sector del este, por Avda. Alem y luego Acosta Villafañe, los vecinos saludaron el paso del Cristo Crucificado con ramos de olivos y palmas en alto, preparando los corazones para comenzar la Semana Santa.


A continuación, el recorrido rodeó el Predio Ferial Catamarca y regresó por Avdas. México y Los Legisladores hacia el casco céntrico.

Casi cuatro horas duró esta manifestación pública de fe, abarcando barrios de distintos sectores de Capital, que pudo ser acompañada por cientos de personas a través


de las redes sociales, quienes dejaron sus mensajes de esperanza y profunda devoción.

Alrededor de las 17.45 arribaron nuevamente al Santuario y Catedral Basílica, donde el Obispo agradeció a todos los que acompañaron esta emotiva jornada, e invitó a participar de la Santa Misa.

 

Eucaristía con sacerdotes del Decanato Capital


Minutos después de haber concluido el recorrido con las sagradas imágenes, el Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc, presidió la Santa Misa en el Santuario del Santísimo Sacramento y Nuestra Señora del Valle - Catedral Basílica, concelebrada por sacerdotes del Decanato Capital, “como un signo de comunión de celebrar juntos la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo”, dijo el Obispo.

La ceremonia dio inicio en el atrio del templo donde se realizó la bendición de los ramos, que luego fueron llevados en procesión por el Obispo y los sacerdotes a través de la nave central adornada con palmas.  Los fieles permanecieron en sus lugares con los ramos de olivo, respetando los protocolos para la prevención de Covid-19.

Tras la lectura del relato de la Pasión, en el


comienzo de su homilía, Mons. Urbanc expresó: “Después de haber transitado por distintos barrios de nuestra ciudad con Cristo Crucificado, con la imagen de San José y de la Virgen, damos inicio a todas las celebraciones que nos van a permitir adentrarnos en este misterio de la salvación, cual es la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús”.

Invitó a los fieles a que “dejen de lado las preocupaciones de cada día,  hagamos un tiempo generoso en esta semana para clavar nuestra mirada, y la mirada del corazón, en Jesucristo, porque Él es el Salvador del mundo”.

Animó a que “en sus hogares vayan creando


el clima, pongan bien visible un Crucifijo, para que podamos adorar al Cristo que se ofrece por nosotros. Pongan la Biblia donde están los relatos de la Pasión para que cada uno pueda leer y meditar”.

“Hagan obras buenas, visiten a los enfermos, a los pobres; vistan al desnudo, visiten a algún preso en estos días de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús. Mirando las situaciones de dolor que hay en la familia, en el vecindario, en el mundo, es el modo como vamos a poder adentrarnos en este misterio”, exhortó el Pastor Diocesano.


En este sentido, afirmó que “para que podamos valorar el sufrimiento de Jesús, veamos el sufrimiento que nos rodea, quizás empezando por el propio. Cada uno tiene amarguras, desolaciones, padece alguna injusticia. Mirando ese dolor nos pongamos a caminar con Jesús y tratemos de ser para nuestros hermanos un Cirineo. Es el modo como podremos de alguna manera percatarnos, sensibilizarnos frente a este sufrimiento redentor de Jesús”.