El martes 16 de marzo, la ceremonia litúrgica tuvo lugar en la capilla San José, en el marco de las fiestas patronales, siendo presidida por el Pastor Diocesano y
concelebrada por el párroco de la zona, Pbro. Domingo Chaves, con transmisión a través de las redes sociales.
En el inicio de la
Eucaristía, el padre Chaves presentó ante el Obispo a los jóvenes que luego fueron
confirmados en la fe.
Durante su homilía, Mons. Urbanc destacó la importancia del Sacramento de la Confirmación “en aquellos que inician la vida cristiana, porque con este sacramento culmina la iniciación cristiana, para llegar a ser testigos de Jesús”.
Al referirse a las lecturas
del día dijo que “tienen mucha simbología”, centrándose en el agua afirmó que hay
una “única fuente de donde salen los canales de la gracia de Dios, que son los
siete sacramentos. El primero es el Bautismo que nos introduce en todos los
otros y está muy bien descripto en las lecturas de hoy”.
Continuando su reflexión expresó que “ese torrente va saneando todo, y quien vive a la luz de la gracia de Dios produce frutos. Esa debe
ser la vida del cristiano, que cuando se aleja del torrente se seca, porque si no tiene la gracia de Dios se muere. En cambio, quien está junto al agua de la gracia siempre va a tener vida., esa agua lo vivifica, lo plenifica y le permite dar frutos”.
“En el Evangelio aparece la misma figura del agua; un hombre que permanecía paralítico desde hacía 28 años estaba junto a la piscina cuyas aguas, según la tradición, cuando se movían, el primero que se zambullía en ellas se sanaba… Y Jesús le dice: ‘Levántate, toma tu camilla y camina, has sido curado, vete y no peques más. Eso mismo nos dice Jesús a nosotros hoy”, manifestó.
Y remarcó que “todo esto
gira en torno a la realidad que nos ha dado dignidad, que es el Bautismo, porque
por el cual hemos llegado a ser hijos e hijas de Dios. Con esta dignidad
tenemos que vivir, y lo tenemos que transmitir a los demás con el ejemplo, con
las palabras”.
En otro tramo de su
predicación señaló que “en cada sacramento siempre se invoca al Espíritu Santo;
por eso debemos tener una gran devoción, un gran amor a él”, e invitó a “conocerlo,
amarlo e invocarlo para poder discernir. Que no sea un desconocido, que sea nuestro
confidente, nuestro consuelo, aquel que aboga delante de Dios Padre y el Hijo
para que podamos tener siempre una vida plena”.
Continuando con la
celebración, el Obispo procedió a la administración del Sacramento de la
Confirmación a los jóvenes de la comunidad, observando el protocolo sanitario
para ello.
Luego de la bendición final se rezó la Oración a Fray Mamerto Esquiú, y se invocó a San José, la Virgen María y el Santo Cura Brochero, en el día de su fiesta litúrgica.
En total, se confirmaron 113 chicos que hicieron la catequesis de manera virtual, el año pasado.
Las celebraciones se
concretaron en cuatro grupos de 25 chicos acompañados de sus padres y uno de 13.
Las ceremonias fueron los días lunes, martes y miércoles en la sede parroquial
en horas de la mañana; y lunes y martes a las 20.00 en la capilla San José en
el marco de la novena del Santo Patrono.
