Hoy se cumple el primer
aniversario de la elección del Santo Padre Francisco. Esta elección, unida al
gesto humilde y audaz de la renuncia de Benedicto XVI, constituyen un mismo
acontecimiento providencial que queremos agradecer al Señor. Invitamos a todo
el pueblo de Dios - y a los argentinos
de buena voluntad - a unirse en nuestra
acción de gracias.
Este nuevo don de Dios para
la Iglesia y el mundo nos llena de alegría, y nos invita a dar una respuesta generosa y perseverante.
Ante todo rezando cotidianamente por el Papa Francisco, según su pedido
constante. Además queremos acompañarlo, cada uno desde nuestro lugar, en su
empeño por dar a la Iglesia un nuevo impulso misionero que la lleve a las
periferias geográficas y existenciales,
mostrando a todos el rostro misericordioso de Dios.
Asumimos el compromiso de
animar el camino pastoral de la Iglesia que peregrina en la Argentina según la
luminosa enseñanza de la Exhortación Apostólica sobre la Alegría del Evangelio,
así todos nos renovaremos con la “dulce y confortadora alegría de
evangelizar…”.
Ponemos estas intenciones y
el ministerio pastoral del Papa Francisco en las manos maternales de Nuestra
Señora de Luján.
Los obispos de la Comisión Permanente