El domingo 7 de septiembre,
a las 20.00, la Delegación Episcopal de la Pastoral de Animación Bíblica
organizó la misa de apertura del Mes de la Biblia, que fue presidida por el
Pastor Diocesano, Mons. Luis Urbanč, en Catedral Basílica y del Santísimo
Sacramento y Santuario de Nuestra Señora del Valle. Con esta celebración resaltó
la importancia y el lugar que la Sagrada Escritura debe ocupar en la vida y la
misión de la Iglesia, a través de la lectura de los textos bíblicos litúrgicos
dominicales, que son una excelente ayuda para profundizar en la Palabra de
Dios.
Nuestra Iglesia particular,
embarcada desde 2010 en la Misión Diocesana Permanente y este año 2014, en el
Año Diocesano de la Niñez y la Adolescencia, encontró a su pueblo unido en
todas sus misas y celebraciones de la Palabra, rogando al Padre para que la
Palabra de Dios entre en los corazones de sus fieles convirtiéndolos en auténticos discípulos
misioneros de su Hijo Jesucristo.
Durante la celebración
eucarística, en el comienzo de la Liturgia de la Palabra, un grupo de
adolescentes
protagonizaron una procesión presidida por la Sagrada Escritura, de la que
nacían cuatro cintas de color (blanco,
rojo, verde y amarillo) enganchadas a
cuatro lámparas que representan la luz del Evangelio, portadas por cada uno de
ellos, representando a los fieles de cada Decanato en que se divide la Diócesis:
Este, Oeste, Centro y Capital), como signo de que “ la luz de la Palabra ilumina los caminos que
recorren los discípulos de Jesús hasta llegar a cada capilla, a cada iglesia, a
cada comunidad de culto que tiene cada parroquia diocesana para anunciarlo y
difundirlo. Este gesto fue acompañado por el coro que entonaba un canto
litúrgico jubiloso motivando un sentimiento de alegría por el anuncio del
Evangelio, tal como nos propone la primera exhortación del Papa Francisco en su Evangelii Gaudium:
“La alegría del Evangelio llena el
corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús”.
En el ministerio del
lectorado participaron una niña de un colegio confesional y un adulto, en tanto
que los dones eucarísticos fueron llevados al altar por dos niñitas de la
catequesis. Tuvieron a su cargo la animación de la misa, un joven
funcionario
de Educación con su hijo adolescente.
Mons. Urbanč inició su
homilía instando al agradecimiento y la alabanza que a Dios se le debe por el
don que hiciera de su Palabra. Luego se dirigió al pueblo de Dios con
clarísimas palabras adentrándolo en la interpretación de las lecturas de este
primer domingo de septiembre (Ezequiel
33, 7-9; carta de san Pablo a los romanos13, 8-10 y Evangelio según san Mateo
18, 15-20), y motivándolo a practicar la corrección fraterna que debemos hacer
al hermano que yerra con amor, caridad y verdad.
¿Por
qué septiembre es el Mes de la Biblia?
Porque el 30 de septiembre
es el día de San Jerónimo, el hombre que dedicó su vida al estudio y a la
traducción de la Biblia al latín. Nació en Dalmacia, cerca del año 340 y murió
en Belén el 30 de septiembre de 420. San Jerónimo tradujo la Biblia del griego
y el hebreo al latín, llamada la Vulgata (de vulgata editio, 'edición para el
pueblo'), que ha sido hasta la promulgación de la Neovulgata en 1979, el texto
bíblico oficial de la Iglesia Católica Apostólica Romana.