Con una Santa Misa en la
Catedral Basílica y posterior peregrinación, culminaron anoche los actos de
acción de gracias a la Virgen del Valle por su protección durante el sismo del
7 de septiembre de 2004.
Los actos litúrgicos fueron
presididos por el Rector del Santuario Mariano, Pbro. José Antonio Díaz, junto
a sacerdotes de Capital frente al templo repleto de fieles. Durante la misa, la
imagen réplica de la Virgen del Valle permaneció en el presbiterio.
En el momento de la homilía,
el Padre Díaz destacó que "es un día de agradecimiento y gozosa alegría
por contar con la protección de María Santísima. Damos gracias y reconocemos el
portentoso milagro de la Virgen del Valle al proteger la vida de los
catamarqueños
durante el gran sismo".
Además, agregó que “en este
día vamos a sentirnos más seguros del amor que Dios nos tiene. La peor
catástrofe que nos puede pasar es quedarnos lejos de Dios, porque tarde o
temprano todos vamos a morir y lo único que cuenta es estar en plena comunión
con Él".
Al finalizar la celebración
eucarística se llevó a cabo la peregrinación con antorchas, desde el Paseo de
la Fe hasta la plaza Virgen del Valle, que contó con la presencia de gran
cantidad de personas. El recorrido fue por calle Sarmiento hasta Perú hasta el
paseo público ubicado frente a la
universidad local. Con velas encendidas, los
catamarqueños agradecidos meditaron los misterios del Santo Rosario y cantaron
animados por del grupo Yanai.
Una vez en la plaza, antes de impartir la bendición final, se
realizaron dos gestos. El primero fue para recordar lo vivido hace once años y
cómo la Madre del Valle protegió a sus hijos; el segundo fue un abrazo de paz, en
respuesta al pedido del Papa Francisco de orar por los cristianos perseguidos y
por quienes sufren la guerra.