En el marco de los festejos
por los 200 años del templo de Choya, esta mañana, día del Señor y de la Señora
del Milagro, el Colegio Juan Pablo II peregrinó hasta el Santuario y Catedral
Basílica de Nuestra Señora del Valle en el inicio de las fiestas patronales.
Toda la familia del colegio
parroquial se dio cita en las primeras horas de la mañana para participar de la
peregrinación hasta el Santuario Mariano. Directivos, docentes, preceptores,
alumnos del segundo ciclo de la primaria y todo el Nivel Secundario junto a sus
familias partieron desde la Plaza de Choya llevando en andas la imagen del
Señor de los Milagros. Caminaron por avenida Virgen del Valle meditando,
cantando y rezando para dar gracias por todo lo recibido en estos 200 años
junto a la comunidad de
Choya, perteneciente jurisdiccionalmente a la parroquia
Santa Rosa de Lima.
Al llegar a La Alameda, se
sumaron a la peregrinación los niños de Nivel inicial y primer ciclo del Nivel
Primario, quienes con alegres ponchitos llenaron de colores las calles del
casco céntrico. La cruz procesional marcó el camino y se dirigieron por calle
San Martín hasta la Catedral Basílica, donde celebraron la Santa Misa presidida
por el Obispo Diocesano, Mons. Urbanc, y el Pbro. Antonio Bulacio,
Representante Legal del Colegio, se dispuso a confesar.
En el inicio de la
Celebración Eucarística, se leyó la Carta del Obispo en la que saluda y adhiere
a los festejos por los 200 años del templo del Señor de los Milagros de Choya.
Mons. Urbanc expresó que
“hoy nuestro pueblo no cesa de festejar la presencia del Señor
en el templo y
en la comunidad, y eso se dispone a hacer la comunidad creyente de la zona de
Choya, acudiendo al venerable templo del Señor de los Milagros para celebrar
los doscientos años de la construcción del sacro recinto allí erigido como Casa
de Dios, símbolo de Jesús y de la Iglesia, lugar de culto divino y ámbito de
manifestación de la fe”. Asimismo, afirmó que “el templo de Choya, el más
antiguo monumento de nuestra ciudad de la fe del pueblo catamarqueño, es
también hito que señala los comienzos de nuestra vida patria, reservorio de una
religiosidad siempre vigente y cauce de una historia que abreva
en esos
gloriosos años”.
“Festejando este
bicentenario, celebramos a nuestros antepasados que, con la fe puesta en Dios y
el alma depositada en cada obra, han bregado para construir en nuestro
beneficio una Nación patria henchida de
riquezas espirituales, humanas, sociales, culturales y materiales, precioso
legado que hemos recibido. Por ello es una ocasión para renovar la fe y vigorizar
el compromiso con la Patria y la provincia”.
Para finalizar, el Pastor
Diocesano pidió a “la Virgen del Valle, cuya Sagrada Imagen hizo presente su
nombre y su protección en nuestras tierras desde el mismo sector de Choya, nos
acompañe con su cariño de Madre para celebrar con amor, compromiso y gratitud”
estos doscientos años.