La Iglesia que peregrina en
Catamarca, junto a su Pastor Diocesano, Mons. Luis Urbanč, se congratula por la
declaración del Obispo de San Nicolás, Mons. Héctor Cardelli, referida a la sobrenaturalidad del acontecimiento
mariano en esa hermana diócesis.
De la mano de la Morena
Virgen del Valle, quien bendice estas tierras catamarqueñas desde hace casi cuatro
centurias, eleva oraciones por esta feliz manifestación de fe.
El domingo 22 de mayo, Mons. Cardelli hizo el
anuncio durante la Misa de los peregrinos en el Santuario de María del Rosario
de San Nicolás, celebrando el séptimo aniversario de su coronación en el marco
del Jubileo de la Misericordia. En la oportunidad, expresó: “Como obispo
diocesano facultado para este tipo de pronunciamiento; motivado por un sentido
de conciencia justa, decreto con certidumbre moral, buena intención y
esperanza; cumpliendo los requisitos del discernimiento sugeridos por la Santa
Sede;
buscando la mayor gloria de Dios y el bien de nuestra Iglesia; invocando
el nombre de Dios Altísimo, Padre, Hijo y Espíritu Santo, el nombre de María
del Rosario de San Nicolás, el de su esposo San José, reconozco el carácter
sobrenatural de los felices acontecimientos con los que Dios a través de su
hija predilecta, Jesús por medio de su Santísima Madre, el Espíritu Santo por
medio de su dilecta esposa, ha querido manifestarse amorosamente en nuestra
diócesis”.
A su vez, señaló que
acompañaba esta declaración oficial con la presentación del libro “La escuela
espiritual de Santa María del Rosario de San Nicolás”, en el que se detallan
las enseñanzas “más destacadas en los mensajes que Ella nos ofrece para nuestra
adhesión a todo lo que Él nos dice porque Él es el culmen de la revelación”.
En su declaración, Mons.
Cardelli manifiesta que “a doce años de pastoreo en San Nicolás y habiendo
seguido con fe y responsabilidad el acontecimiento mariano, que conozco desde
sus inicios, he crecido en la decisión de reconocerlo para mi diócesis”. Y agrega
que “trabajé en la consulta con peritos y testigos y consciente de que el deber
de vigilar o intervenir compete ante todo al ordinario del lugar, asumo, como
los obispos que me precedieron, la decisión de apoyar, orientar y declarar
acerca de esta manifestación en San Nicolás”.
El Obispo explica que “juzgué
el hecho según dos criterios: positivos y negativos y en ambos casos no hubo ni
hay errores”, y precisa que hizo discernimiento sobre “tres criterios
particulares: El acontecimiento ¿Es de origen natural? ¿Puede ser obra del
enemigo? ¿Es de origen sobrenatural? Las respuestas a estos interrogantes me
dejaron la certeza de que es real y positivo el fruto que supera la mera acción
humana”.
Al finalizar, implora “al
Cielo en nombre de toda la diócesis, que sea Ella, por siempre la Reina y
Señora de San Nicolás de los Arroyos”.