El lunes 13 de marzo, en el Camarín
de Nuestra Señora del Valle, de la Catedral Basílica, se celebró la Santa Misa,
rogando por la beatificación de la Madre María Agostina Lenferna de Laresle,
fundadora de la Congregación de las Hermanas de la Caridad de Nuestra Señora
del Buen y Perpetuo Socorro, en Italia. La ceremonia litúrgica estuvo presidida
por el Padre José Díaz, Rector del Santuario Mariano.
Participaron de ella, en
representación de la Comisión de Homenaje Permanente al Primer Obispo de
Catamarca, Monseñor Bernabé Piedrabuena, los integrantes Marcelo Gershani
Oviedo, Alicia Moreno, quien tuvo a su cargo la lectura de la Palara de Dios, y
Silvana Ginocchio, además de representantes de asociaciones culturales del
medio y amigos invitados, como asistentes espontáneos.
La Comisión, de este modo satisfizo
un ruego de la Hermana María Inés Salinas,
perteneciente a aquella
Congregación.
Breve historia
Carolina Francesca Adelaide Lenferna
de Laresle nació el 25 (otros dicen que el 20) de marzo de 1824, en la Isla de
Mauricio, -ubicada en el océano Indico, por ese tiempo de dominio inglés, pero
antes y durante siglo de dominio francés -1722-1810- , hija de Carlo Onorato
Lenferna de Laresle, descendiente de nobles oriundos de Turenna, Francia, y de
Carolina Esnouf. Al fallecer Carolina, su madre, cuando solo tenía 2 años,
pasará a ser criada en parte por su abuela y conventos religiosos.
Siendo niña, siente la vocación
religiosa y comunica a su familia el deseo de ser una hermana de la caridad.
Dueña de un temperamento firme, a pesar de la resistencia de su padre, en el
año 1850 se hace religiosa con el nombre de María Agostina.
Peregrina a Roma en 1869. En esta
ciudad se relaciona con los Padres Redentoristi, y debido a su delicada salud
se hace devota de la Madonna del Perpetuo Socorro en la iglesia de San Alfonso
de Via Merulana. La imagen de esta virgen, de origen cretense, había sido
transportada a Roma en el 1400 y fue venerada por 300 años en la iglesia de San
Mateo. Luego en 1866, destruida la iglesia, es concedida a los padres
Redentoristas, trasportada con extraordinaria solemnidad a su iglesia y
coronada o entronizada en el Capitolio Vaticano, donde fue visitada
personalmente por el Papa Pio IX.
En 1878 cumple María Agostina, el
sueño de abrir una casa de hermanas de la caridad en Roma, la capital del
cristianismo, en Via Merulana, vecina a la “Madonna del Perpetuo Soccorso”, en
el área de la antigua iglesia de San Mateo, donde por 300 años había sido
venerada la imagen “Madonna del Perpetuo Soccorso”, lugar en que todavía hoy se
encuentra la casa central de la Congregación.
Años más tarde, la Santa Sede aprueba
definitivamente la institución en 1882, bajo el título "Congregazione
delle Suore di Carità di Nostra Signora del Buono e Perpetuo Soccorso".
Su vida estuvo totalmente dedicada a
Dios y a los más necesitados. Ayudó a personas sin hogar, abrió escuelas,
hospitales, orfanatos, casas para pobres y enfermos. San Vincenzo de' Paoli,
fue también inspirador de la obra que llevara adelante María Agostina.
Su obra se propago por distantes
lugares, como Francia, Inglaterra y América, incluida Argentina.
Muere en Roma el 26 de Enero de 1900.
Nuestra Señora del Valle y la Madre María Agostina Lenferna de Laresle
Madre María Agostina
Lenferna de Laresle, en su carácter de superiora del Convento de las Hermanas
de la Caridad de Nuestra Señora del Buen
y Perpetuo Socorro, recibió la donación
de una imagen tallada sobre piedra, de considerables proporciones, que
representa a nuestra Señora del Valle cuando es coronada en 1891. La imagen fue
colocada en el segundo domingo de octubre de 1899, sobre la puerta de ingreso
al Convento, sobre Via Merulana, con el propósito exponer la imagen de la
Virgen del Valle a la veneración pública.
Colaboración: Comisión de Homenaje Permanente al
Primer Obispo de Catamarca, Monseñor Bernabé Piedrabuena.