El arzobispo de Panamá,
monseñor José Domingo Ulloa, junto con el presidente de la Conferencia
Episcopal Argentina, monseñor Oscar Ojea, mantuvieron un diálogo con
periodistas durante el II Encuentro Nacional de Juventud. El panameño manifestó
que se preparan para la Jornada Mundial de Juventud 2019 “como familia”.
Tras el mensaje del Papa
Francisco, el arzobispo de Panamá, monseñor José Domingo Ulloa, junto con el
presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Oscar Ojea, dialogaron con periodistas. En referencia al
vídeo mensaje, monseñor Ojea destacó el pedido de “sólo mirar desde arriba a
alguien para ayudarlo a levantarse”. Además monseñor Ulloa comentó, entre
risas, que siempre se siente “retado” por el papa Francisco. “La transformación
de la Iglesia es para los jóvenes: ahí hay que detenernos. Este mensaje del
Papa hace referencia a todas las realidades de la juventud del mundo y sobre
todo de Latinoamérica. Es un reto porque nos pide compromiso. Él nos desafía a
creer en la juventud pero con los pies en la tierra. Para que esto sea sólido
hay que mirar la historia”, enfatizó el arzobispo panameño.
Por otro lado, monseñor
Ojea, invitó a los jóvenes a llevarse la experiencia de la alegría del
encuentro, “del amor, de la esperanza. Una alegría fundada en el amor de Dios y
en reconocernos hermanos aunque vengamos de distintos lados. El Evangelio toma
una fuerza nueva cuando nos reconocemos parte de la patria. A mí me emociona
como el Papa habla de la patria. La patria es madre. Tiene que ver con los
antepasados pero sobre todo con la capacidad de transformar”.
Además, agregó: “Cada vez
que el joven nos habla percibimos honestidad ya que siempre interpela. Delante
de él no hay posturas, hay que ser claro, conciso y verdadero. Uno rinde examen
de verdad constantemente frente a ellos. Los obispos nos vamos con el deseo de
escucharlos mejor. El futuro es de ellos y nosotros tenemos el deber de
incorporarlo y abrir las puertas de las iglesias para escucharlos”.
A su vez, monseñor Ulloa,
sostuvo: “Los jóvenes nos piden que, como pastores, estemos cada vez más
cercanos. Hay que reconocer la misma realidad y fragilidad. Así caminamos hacia
ese sueño, a ese ideal que la presencia de Jesús y la Iglesia nos invita. En este último tiempo los jóvenes se
convirtieron en grandes discípulos. Frente a ellos tenemos que reconocernos en
estado de conversión y de cambio”.
Finalmente, hizo
referencia a la Jornada Mundial de
Juventud 2019 que preparan y compartió, “nos estamos preparando como Iglesia.
Queremos que sea un encuentro de Iglesia como familia. El Señor quiere que
pongamos nuestro carisma al servicio de los demás. También buscamos dejar un
mensaje sobre la responsabilidad del cuidado
de la casa común”, concluyó.