Las actividades se
desarrollaron en la localidad de Esquiú y en el paraje El Suncho. La Misa central
fue presidida por Fray Marcelo Méndez, Vicepostulador de la Causa de
Beatificación, quien expresó: “Quiera el Señor
que esta beatificación que se aproxima a pasos acelerados traiga bendición para
nuestra Patria argentina y, particularmente, para este Norte y esta querida
Catamarca”.
El martes 11 de mayo se llevaron
a cabo los actos por los 192 años del natalicio de Fray Mamerto Esquiú en El
Suncho, departamento La Paz, que coincidió con la realización de la XV Asamblea
del Decanato Este, en la localidad de Esquiú. Allí las actividades dieron
inicio con una misión por los hogares. Luego, los casi 300 laicos y sacerdotes
de las parroquias participantes se trasladaron hasta el paraje donde falleciera
el fraile catamarqueño, para participar de la Eucaristía. Por la mañana hubo
bautismos, se concretó el izamiento de la Enseña Patria y distintas actividades
recreativas.
A las 14.30 comenzó la Santa
Misa presidida por Fray Marcelo Enrique Méndez, Vicepostulador de la Causa de
Beatificación, y concelebrada por los párrocos del Este catamarqueño Domingo
Chaves (San Roque, Recreo), Mario Toloza (Nuestra Señora del Valle, Icaño), Eugenio
Pachado (Inmaculada Concepción, El Alto), Gustavo Flores (Santa Rosa de Lima,
Bañado de Ovanta); de Capital, Oscar Tapia, Vicario Episcopal para la
Educación, y Lucas Segura, Vicepresidente de Cáritas; también estuvieron
presentes Fray Alejandro Verón, Guardián del Convento Franciscano de Catamarca;
Fray Ronen Strauss y Fray Pablo Reartes, Responsable del Área Prensa de la
Provincia Franciscana de la Asunción.
Participaron de la ceremonia
los intendentes de Recreo, Roberto Herrera; de Icaño, José Pío Carletta; de
Ancasti, Rodolfo Santillán; los senadores de La Paz y de Ancasti, diputados
provinciales, los presidentes del Concejo Deliberante de Recreo y de La Paz,
Alberto Oyola y Franco Carletta, respectivamente; concejales y funcionarios municipales.
Un marco particular dieron
las banderas de ceremonia de la escuela primaria y el IES
Esquiú, Colegio Privado
Inmaculada Concepción, Hogar Escuela Nº 74, de Casa de Piedra, y Hogar Escuela
Nº 602 Fray Mamerto Esquiú, de Icaño. Además, se sumaron a esta fiesta de la fe
gauchos montados a caballo.
En el inicio de su
predicación, Fray Marcelo Méndez, tomando la Palabra de Dios escuchada, dijo
que “hoy tenemos la alegría de recordar a este ciudadano, a este catamarqueño,
a este fraile, a este sacerdote, a este obispo, que ha dado toda su vida por
los más humildes, por los pobres, por el bien de los demás. Creo que nos ha
dejado una herencia magnífica, que tenemos que aprovecharla al máximo, pero es
una herencia que nos toca administrar y debemos que ser grandes dispensadores
del modelo que nos ha dejado Fray Mamerto Esquiú”.
Al afirmar que “no se ama lo
que no se conoce”, llamó a todos a “conocer en profundidad, con ahínco, lo que
hizo, lo que fue y lo que es Fray Mamerto Esquiú, no solamente para El Suncho,
para Recreo, para Catamarca, sino para Argentina y el resto del mundo, porque
el modelo y la figura de este fraile ha ido más allá de las fronteras de
Argentina”.
Acentuó que “no debemos
vivir de las glorias de lo que han hecho los demás, tenemos que pensar como
cristianos, como catamarqueños, qué tenemos que imitar de Fray Mamerto Esquiú,
cuál es el modelo de vida que me ha dejado”. En este punto destacó su hogar,
indicando que “nace de una familia cristiana, que es la cuna donde se genera
todo, en la simplicidad, en la honestidad, en la fidelidad del amor. Desde el
inicio mamó en la familia lo que eran los principios de la fe, con su madre
querida que, habiendo nacido Fray Mamerto en peligro de muerte, a los 5 años
cumplió la promesa de vestirlo con el santo hábito franciscano, aquel que llevó
toda la vida hasta el día de su muerte, aún como obispo”.
Tras describir su paso por
el convento desde los 10 años ante la decisión de seguir a Cristo según el
modelo franciscano, comentó que “se ordena sacerdote a los 22 años, celebra su primera
misa a los 23, y ya en su compromiso de evangelizar estudia profundamente lo
que hoy llamaríamos el modelo de evangelizar en los medios de comunicación
social, desarrollando una tarea elegante con la pluma en orden al cumplimiento
de los consejos evangélicos”.
“Fray Mamerto Esquiú va
adelante pensando que si se había consagrado al Señor, si era cristiano, no
tenía que mirar y estar detrás de otras cosas, sino de las cosas de Dios,
porque se había jugado y había tomado en serio lo que significa ser santo. Y es
así que cuando vinieron propuestas, honores y cosas que no le ayudaban en su
vida espiritual, no tuvo ningún empacho de decir no a lo que consideraba que no
estaba bien para su vida espiritual. Otro ejemplo para nosotros en el que
continuamente somos tentados”, expresó Fray Méndez.
Rescató su ejemplo como
obispo, señalando que “muere trabajando, dando su vida por el Evangelio,
llevando la Palabra de Dios a los lugares más recónditos de la Patria, en toda
esta región de La Rioja y de su amada Catamarca, y así entrega su vida,
haciendo constantemente el bien. Qué modelo sublime nos queda, es uno de los
nuestros, que ha caminado por estos lugares. Entonces tenemos que sentir ese
santo orgullo de que si uno de nosotros fue capaz de estar tan cerca de Dios en
su vida, también nosotros lo podemos hacer”.
Al referirse a Fray Mamerto “como
el gran Orador de la Constitución”, manifestó que “ha sido un hecho eminente, pero
no tan trascendental como ser el predicador del Evangelio, y ésta es la
grandeza de Fray Mamerto. Invocaba la unidad, porque Dios es principio de unidad.
Entonces todo aquello que nos pelea, nos divide, no viene de Dios”.
Finalmente, expresó que “estamos
en momentos importantes de nuestra vida, quiera el Señor que esta beatificación
que se aproxima a pasos acelerados traiga bendición para nuestra Patria
argentina y, particularmente, para este Norte y esta querida Catamarca, que
haya paz y prosperidad”.
Mensaje
del Superior de la Orden Franciscana
Antes de la bendición final,
Fray Pablo Reartes leyó un mensaje de Fray José Enid Gutiérrez Olmos, Ministro
Provincial, Provincia Franciscana de la Asunción, enviado desde Colombia para
todos los fieles devotos del fraile catamarqueño. En el mismo expresa que “los
hermanos entregados al Señor al estilo de Fray Esquiú son como lámparas que
iluminan con la luz, que es Cristo, el camino que nos conduce al Padre, y a su
vez Dios nos regala su amor obrando a través de estos mismos hombres, pues
ellos con su profunda entrega se sienten simples vasijas de barro, como dice
San Pablo, experimentando así la inmensa riqueza que llevan, el Tesoro que les
hace arder el corazón y no pueden si no compartirlo, lo que los hace más
humildes, fecundos y felices. Así fue Fray Mamerto, hermano de gentes”.
“Estoy seguro que como
hermano, sacerdote y obispo nunca ha dejado de interceder por su pueblo. Por
eso su fecundidad se hace cada vez más evidente, sobre todo en aquellos que le han
confiado sus necesidades. Creo que es justo que con un profundo sentido de
agradecimiento le reconozcamos este mismo amor por su pueblo haciéndolo más
cercano a nosotros, a nuestra vida de oración y a nuestras necesidades. Así
Dios será glorificado y Fray Mamerto elevado a los altares, desde donde podrá
multiplicar sus gracias, y muchos hermanos nuestros podrán acudir a su
bendecida intercesión”, dice.
“Creo también que el momento
de su beatificación está cercano, pues de un tiempo atrás el Señor ha venido
preparando el ambiente y ya nuestro querido Papa Francisco expresa su interés
por esta gracia, según lo ha manifestado públicamente por el Señor Obispo de
Catamarca, Mons. Luis Urbanc... Que el Señor nos bendiga y los bendiga con la
pronta beatificación de Fray Mamerto Esquiú”.
Procesión
con la Virgen del Valle
Luego de la celebración
eucarística, se depositaron ofrendas florales en el monolito, en tanto, el
Padre Oscar Tapia entregó a Noemí Ávila un reconocimiento por la labor de Sila
Ávila, proyecto del senador nacional Dalmacio Mera.
Este año, en el marco de la
preparación para el Jubileo por los 400 años del hallazgo de la Virgen del
Valle en Choya, se realizó una procesión alrededor del predio, con la Sagrada
Imagen de la Virgen del Valle. Cientos de fieles acompañaron rezando el Santo
Rosario, cantando y pidiendo por la pronta beatificación del Padre Esquiú.