Camino a la Beatificación

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02 abril 2020

El Obispo presidió la Misa en el Camarín de la Virgen del Valle


Catamarca se unió a la acción de gracias por los 500 años de la primera Misa en suelo argentino

A los pies de la Virgen del Valle, Mons. Luis Urbanc manifestó que “la Eucaristía es el regalo precioso que desde hace 500 años se celebra a lo largo y ancho de nuestra Patria”.

En el marco del Año Mariano Nacional y a los pies de la Virgen del Valle, durante la noche del miércoles 1 de abril, el Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc, y el pueblo catamarqueño se unieron a la acción de gracias por los 500 años de la Primera Misa
en territorio argentino, ocurrida en la Bahía de Puerto San Julián, provincia de Santa Cruz, durante la expedición de Fernando de Magallanes.
El Pastor Diocesano  presidió la Eucaristía, concelebrada por el Vicario General de la Diócesis, Pbro. Julio Quiroga del Pino, en el Camarín de la Catedral Basílica y Santuario Mariano, que fue transmitida por radio y redes sociales.
Tras meditar sobre la Palabra de Dios proclamada, en este tiempo de Cuaresma, Mons. Urbanc dedicó parte de su homilía a este acontecimiento trascendente en la vida de la hermana Diócesis de Río Gallegos y de todo el país. En este sentido, comentó que
durante esta jornada se comunicó con el Obispo de Río Gallegos (Santa Cruz), Mons. Jorge García Cueva, a quien “le dije que iba a rezar por ellos a los pies de la Santísima Virgen, de esta Imagen cuatro veces centenaria, dando gracias por el misterio de la Eucaristía, que estamos celebrando en este momento en el Camarín, a solas. Así como él tuvo que celebrar, allá, en Santa Cruz, la Misa de acción de gracias que estaba prevista hoy al mediodía en la Bahía de San Julián, y en la cual iba a estar presente, pero no se pudo, por esta pandemia”, indicó al referirse a esta dura realidad que afecta al país y al mundo ante el avance del coronavirus.

Palabras del Papa Francisco
En otro tramo de su predicación, el obispo catamarqueño compartió algunos extractos de la carta que el Papa Francisco le envió a Mons. García Cueva y a todos los argentinos, en la que manifiesta: “‘Gracias por invitarme a estar más cerca de ustedes en este día que recordamos la primera Eucaristía celebrada en suelo argentino. Sé que por la situación dolorosa y angustiante que golpea tantas regiones del mundo y a la que no son ajenos, tuvieron que cancelar la celebración como la habían preparado. De repente, fuimos todos sorprendidos por una pandemia que nos desconcertó y movilizó a cambiar nuestras actividades y prioridades’”.

Asimismo, dijo que “luego de una introducción, el Papa se refiere al tema central, que es la Eucaristía: ‘La presencia de Jesús en la Eucaristía que, silenciosa y discretamente, nos acompaña desde hace más de 500 años, es el Sacramento de la Alianza que Dios quiso sellar con su pueblo, con nuestro pueblo: Él está en medio nuestro alentando el caminar. Esta certeza, que heredamos de nuestros padres y abuelos, es la reserva espiritual que acompañó, moldeó y forjó el alma de nuestra Nación y que queremos que geste también el futuro de nuestros hijos y nietos. Alimento de vida en estos momentos de carestía y tribulación; y canasta rebosante de las alegrías y gozos que tejieron nuestra historia’”.
Y continuó leyendo las palabras del Santo Padre: “No perdamos la oportunidad de asumir y acoger nuestro presente como un tiempo propicio de gracia y salvación con todo el empeño que esto significa. Hoy como ayer siguen resonando en los distintos pueblos, parroquias, capillas, hospitales, colegios, casas, ciudades y barriadas las palabras del Señor «hagan esto en memoria mía» (Le. 22, 19)”.
“¡Qué hermoso que en estos días, todos los sacerdotes en su templo, en su capilla, celebran la Eucaristía en memoria del Señor!”, enfatizó  Mons. Urbanc, mientras siguió compartiendo las expresiones del Papa Francisco, contenidas en su carta, donde dice que la Eucaristía “es el memorial de su amor misericordioso, que continúa al levantar al caído, liberar al cautivo y al oprimido, dar vista a los ciegos y proclamar un año de gracia del Señor. Es el memorial de su compasión, que se entrega como pan de reconciliación para achicar y sanar las heridas que dividen, enfrentan y dispersan. Es el memorial de su esperanza, que nos regala la posibilidad, desde todo lo que nos diferencia, de sentirnos parte viva de su pueblo”.

Cerró los conceptos del Santo Padre con este párrafo en el que anima al Obispo del sur argentino en este tiempo especial: “Si bien estarás celebrando físicamente solo, tu pueblo, nuestro pueblo argentino, te estará acompañando… Me uno también desde aquí, como hijo y parte de este Pueblo de Dios que da gracias y celebra la fidelidad del Señor. Que el Señor los bendiga y la Virgen Santa los cuide. Y, por favor, te pido que no se olviden de rezar y hacer rezar por mí. Fraternalmente, Francisco”.
“De esta manera estamos unidos al Papa Francisco, que se une a nosotros en esta gratitud”, señaló Mons. Urbanc al concluir la lectura de parte del mensaje del Papa por este acontecimiento, y dirigiéndose a los fieles los invitó a agradecer que “por distintos medios les está llegando la celebración eucarística –desde el Camarín de la Virgen-, y otras parroquias, que transmiten por facebook o por radio. Este es el regalo precioso que desde hace 500 años se celebra, de un modo ininterrumpido, a lo largo y ancho de nuestra Patria. Que Jesús, Sumo y Eterno Sacerdote, verdaderamente presente en cada Eucaristía, nos acompañe y fortalezca en estos días aciagos de esta pandemia. Y que el Señor, cuanto antes, nos dé la gracia de salir de esta amenaza que nos tiene paralizados. Que así sea”.