Camino a la Beatificación

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25 abril 2020

Mons. Urbanc a la Virgen, en el sexto día del Septenario


“Queremos agradecerte la noticia de que a tu querido fray Mamerto pronto lo tendremos en los altares”

En la noche del viernes 24 de abril, vísperas de la Solemnidad de Nuestra Señora del Valle, sexto día del Septenario en su honor, el Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc, presidió la Santa Misa en la que agradeció a Dios por la noticia conocida en horas de la mañana sobre la aprobación del milagro gracias a la intercesión de Fray Mamerto Esquiú por parte la Comisión de Teólogos de la Santa Sede, que lo pone a las puertas de la beatificación.
Durante esta Eucaristía rindieron su homenaje los jóvenes, quienes están participando de
la Marianópolis Online, espacio que estaba previsto para estos días en el marco del 4° Congreso Mariano Nacional, suspendido por la pandemia. También hicieron lo propio la Pastoral de las Vocaciones,  familiares y colaboradores de los seminaristas.
Mons. Urbanč comenzó su homilía saludado a los jóvenes que fueron convocados como alumbrantes de esta misa, pidiendo a la Virgen que los reconforte.

Seguidamente recordó que “éste habría sido nuestro 2° día del IV Congreso Mariano Nacional y nuestros congresistas ya habrían tenido su primera jornada de talleres; los peregrinos por su parte habrían visitado los distintos valles y participado de charlas formativas. Todos esos frutos los estamos recibiendo de otra manera”.

Acción de gracias por Esquiú
A continuación, se refirió a la gran noticia del día, la aprobación por parte de la Comisión Teológica de la Santa Sede, de la prosecución de la causa de Beatificación de nuestro fray Mamerto Esquiú, al dar por válido el informe médico sobre la milagrosa curación de una niña. “Gracias a Ti Madre del Valle porque en las vísperas de tu fiesta nos regalas esta hermosa noticia, de que uno de tus hijos dilectos va camino a la gloria de los altares”, expresó.

Luego pasó a reflexionar sobre las lecturas proclamadas. “Los apóstoles son detenidos por segunda vez consecutiva y el Sanedrín debate qué hacer con ellos. Gamaliel, que deja de lado las vísceras y los prejuicios, usando la fría razón iluminada por la fe, les propondrá: «No se metan con esos hombres; suéltenlos. Si su idea y su actividad son cosa de hombres, se disolverá; pero, si es cosa de Dios, no lograrán destruirlos, y se expondrían a luchar contra Dios». La historia enseña que es así. ¡Cuánto ensañamiento contra la Iglesia a lo largo de 2000 años, y las fuerzas del mal con sus secuaces no pudieron contra ella! ...”.
“El texto del Evangelio -meditó más adelante- nos invita a hacer una profunda reflexión para nuestros tiempos en el que el hambre es la peor pandemia, que no sólo mata millones de personas, sino que atrofia, incapacita y aísla a los que lo van sobreviviendo. El hambre en la tierra es una realidad que acompaña la historia de la humanidad”.

El Evangelio leído, según san Juan, narra la multiplicación de los panes para dar de comer a la multitud que seguía a Jesús. “Felipe -dijo el Obispo- piensa en la abultada erogación que supondría alimentar a tantos: el salario de 200 días de trabajo no sería suficiente. En eso interviene Andrés comunicando que allí hay un muchacho que tiene 5 panes de cebada y 2 pescados. En el Evangelio de Mateo, Jesús convoca a sus discípulos a participar en la solución: «Denles ustedes de comer». En el Evangelio de hoy no es diferente: los discípulos buscan soluciones, pero son incapaces de ver más allá de lo que es posible humanamente. Ahora bien, lo que queda claro es que todos somos responsables en la solución”. Siguió ahondando en el mensaje de la Palabra escuchada, y en una parte señaló: “No se puede esperar una intervención divina cuando nosotros tenemos la posibilidad de hacer algo, aunque sea para descubrir que tenemos sólo 5 panes y 2 pescados. De lo demás Dios se encarga…”.


Solidaridad ante el covid 19
Posteriormente indicó: “Junto a las graves consecuencias del covid-19, vemos surgir una ola de solidaridad en diferentes ámbitos, desde personas que están haciendo la compra a los ancianos para que ellos no tengan que salir de casa, hasta la cooperación entre los diversos ‘países. Desde estos gestos sencillos, Dios va multiplicando los pocos ‘panes y pescado’ que disponemos para ayudar a los que necesitan”.
Hacia el final de su homilía, nuestro Pastor diocesano se dirigió a la Santísima Virgen: “Queremos agradecerte la tan esperada noticia de que a tu querido fray Mamerto Esquiú pronto lo tendremos en el honor de los altares, ya que la comisión teológica esta mañana aprobó el milagro atribuido a su intercesión”.

Y cerró pidiendo: “No nos desampares, Madre bendita, que de todo este sufrimiento aprendamos la lección que no queríamos abordar, para mejorar nuestra vida humana y cristiana, a fin de que rehagamos los vínculos y construyamos nuestro tejido social sobre el sólido fundamento de las verdades eternas, reveladas por Jesucristo, enseñadas de generación en generación por la Iglesia y testimoniada con el ejemplo de los santos”.

Gratitud de los jóvenes
Antes de la bendición final del Obispo, el Pbro. Facundo Brizuela, asesor de la Pastoral de Juventud, uno de los concelebrantes, se refirió al Espacio Joven, que estaba previsto dentro del Congreso Mariano Nacional, agradeciendo “de todo corazón a los jóvenes y adultos que nos acompañaron en este proceso de preparación. Hasta un mes antes de la noticia de la suspensión de  la convocatoria llegamos a vivir un intenso tiempo de trabajo. No pudimos encontrarnos presencialmente para disfrutar de los resultados de tal acontecimiento de gracia, pero esta situación que vivimos ahora no impide tener una memoria agradecida y elevar nuestra acción de gracias por tan conmovedor soplo del Espíritu Santo, que movía tanta gente, que lo hacía por amor a la Virgen del Valle”.
Mencionó “a los hermanos de todo el país que se sumaron a la propuesta, a los compañeros de camino del Noroeste Argentino, a los catamarqueños que dedicaron tanto esfuerzo y horas de trabajo al Espacio Joven, muchísimas gracias”.
“Si hay algo para destacar de los jóvenes cristianos es que ante las situaciones difíciles no sepultan su esperanza, todo lo contrario, se fortalecen y renuevan”, resaltó.
También animó “a cada joven a que esta situación compleja, los desafíe a romper las barreras causadas por la lejanía, apelando a la imaginación y al ingenio propio de los jóvenes, para que ninguno se sienta solo, olvidado y marginado”, y consideraó que “tendremos que adaptarnos a estos tiempos nuevos y compartir nuestra fe desde otros espacios, de otra manera. Para ello necesitamos un nuevo impulso que los haga dar cuenta de que siempre es necesario renovar nuestra fe en Jesús, el único que vive para siempre, eternamente joven, que quiere hacer todas las cosas nuevas”.
Con éstos y otros conceptos presentó el video que luego se proyectó, mediante el cual muchos jóvenes felicitaron a “Mamá María por estos felices 400 años de amor y fidelidad a nosotros. Querida Madre del Valle, los jóvenes de Argentina te amamos, gracias por llamarnos a ser servidores de una esperanza que no defrauda”, dijo.

Lectio divina
Como cada jornada, se pudo seguir la lectio divina preparada cada noche por el Padre Oscar Tapia, responsable de la Pastoral Bíblica Diocesana, quien ayudó a meditar sobre “María, Reina y Señora de todo lo creado”.