Camino a la Beatificación

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26 abril 2020

Mons. Urbanc en el homenaje de las familias


“Qué noble y ardua tarea tienen los esposos y padres cristianos”

En el último día del Septenario en honor de la Virgen del Valle, rindieron su homenaje las familias, quienes desde sus hogares a través de los medios de comunicación, youtube y las redes sociales, vivieron esta jornada de júbilo en torno a la Madre Morenita.
La Eucaristía fue presidida por el Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc, y concelebrada por el Vicario General de la Diócesis, Pbro. Julio Quiroga del Pino; y los Pbros. Eduardo López Márquez, Delegado de la Pastoral Familiar; Marcelo Amaya, Asesor Diocesano del Movimiento Familiar
Cristiano; Oscar Tapia, Delegado Episcopal de la Animación Bíblica de la Pastoral; Juan Orquera, Capellán de la Catedral Basílica y Santuario Mariano; Javier Grosso y Javier Lencina, Párroco y Vicario Parroquial de San Jorge.
Después de dar la bienvenida a las familias y a la Pastoral Familiar, alumbrantes de esta misa, y de recordar que en este día se celebra a la Madre de Dios en su advocación del Valle, Mons. Urbanč señaló en su homilía: “Hemos querido que se medite en esta jornada el tema que tenía que ser desarrollado en el suspendido IV
Congreso Mariano Nacional: ‘María, Madre del Pueblo, Esperanza Nuestra’, que, por cierto nos seguirá orientando a lo largo de este Año Mariano Nacional y, sin lugar a dudas, a lo largo de una década hasta el 2030, para celebrar los 400 años de la llegada y permanencia de la Virgen Inmaculada a la vera del río Luján”.
Siguiendo con el tema propuesto para la jornada, habló de los roles de la Santísima Virgen como esposa y madre. Lamentó entonces el subjetivismo, individualismo y
relativismo egoísta, que degrada esos roles en una“pandemia que está minando la ecología humana, desnaturalizando y empobreciendo las relaciones entre varón y mujer, quienes van quedando reducidos a meros entes necesitados de satisfacer pulsiones y directivas del orden mundial consumista”, analizó en relación a la realidad actual.
Después agregó: “¡Qué noble y ardua tarea tienen nuestros esposos y padres cristianos para diagnosticar los problemas con sus múltiples y complejas causales, a fin de prestar un servicio de calidad a sus pares que andan erráticos por la vida, privándose de vivirla con profundo gozo y verdadera libertad, que les haga gustar la felicidad auténtica que sólo vienen de Dios, a vivir el amor humano en esta inseparable y plenificante dimensión de esposos-padres!”.

Como en las noches anteriores, finalizó su homilía elevando una plegaria. “Querida Madre y Reina del Valle de Catamarca, hoy es tu día, que lo estamos festejando todos tus hijos a lo ancho y largo de nuestra patria. Gracias por haber forjado entre tantos hijos la figura del querido fray Mamerto Esquiú, que seguro lo tienes muy cerca allí en el cielo y con el que estarás conversando de todo lo que acontece aquí en la tierra.            Te pido,
encarecidamente, que ‘arranques’ del corazón de Dios las innumerables gracias que necesitan tantos hermanos afligidos por causa de la pandemia, pero, en especial, para los que no ven aún la belleza del amor conyugal, vivido a la luz del sacramento del matrimonio. Concede tener tus mismas convicciones a tantos y tantas que deambulan por la vida sin sentido.Gracias Madre porque siempre nos escuchas sin dejar de mirarnos con ternura de Madre y paciencia divina. Gracias por estar siempre con nosotros” y cerró implorando: “Virgen del Valle, Madre de la Familias, ¡ruega por nosotros!”.
En el último acto litúrgico de este día especial, se rezó la Oración del Año Mariano Nacional y se cantó a la Reina y Señora de este Valle.
Como cada noche, se compartieron videos de los alumbrantes, en este caso, el Movimiento Familiar Cristiano (MFC) y de la Orden Franciscana Seglar Argentina.
A continuación se realizó el Rosario por la Patria y la Vida.