El domingo 22 de junio, bajo el lema: “Vengan a adorarme”, cientos de
fieles se congregaron en la plaza central de la ciudad de Recreo, departamento
La Paz, para adoras a Dios, que se ofrece como Pan bajado del cielo, durante la
Solemnidad de Corpus Christi.
Nuevamente, los protagonistas fueron los niños y adolescentes, en este año
dedicado a ellos, quienes proclamaron la Palabra de Dios, guiaron la Santa
Eucaristía y la procesión con el Cuerpo de Cristo, bellamente adornado para tan
significativo momento. Cantaron y tocaron para Dios, elevaron sus plegarias y
caminaron junto a Jesús.
La celebración de la Santa Misa dio inicio pasadas las 17.00 y fue
presidida por el Párroco, Pbro. Gustavo Flores, y concelebrada por el Vicario Parroquial,
Pbro. Eugenio Pachado.
Se contó con las banderas de ceremonia de los establecimientos educativos
del lugar, tanto estatales como privados, autoridades municipales y de
distintas instituciones escolares.
El Padre Flores en la homilía exhortó a no prescindir de Dios: “En estos
tiempos nuevos, parece que no necesitamos de Dios… y a Dios lo necesitamos como
el alimento de cada día. El es quien debe alimentar nuestras vidas, nuestra
sociedad”. Y remarcó: “Pidamos la gracia de necesitar de Dios, la humanidad
necesitó, necesita y necesitará de Dios siempre”.
Las comunidades de la parroquia San Roque, que se encuentran en la ciudad
de Recreo, fueron las encargadas de preparar los monumentos en cada esquina de la plaza. Los
fieles peregrinaron con sus Santos Patronos: San José, Nuestra Señora del Valle,
San Cayetano, y también el Colegio Privado Inmaculada Concepción. En los
monumentos preparados se reflexionó sobre el ser padre a ejemplo de San José, custodio
de Jesús. La maternidad de María Santísima como portadora de vida, es decir, de
Dios mismo. Cuando se contempló la figura de San Cayetano se pidió por las
vocaciones sacerdotales y que interceda a Dios para que tengamos siempre un
santo y digno trabajo.
Finalmente, mirando a María como formadora y discípula, se pidió por una
buena educación tanto en los colegios como en las familias, concluyendo que no
se puede cuidar a un niño ni a un adolescente sin los valores cristianos y sin
una buena educación.
La fiesta terminó pasadas las 19.00, en un clima alegre y de profunda fe.