El
sábado 28 de junio finalizó la visita pastoral de Mons. Luis Urbanc a la
Parroquia del Inmaculado Corazón de María con una intensa jornada de
actividades entre las que se destacó la procesión y misa en honor al Corazón de
María por las calles del centro de la ciudad capital, en el día de su
solemnidad.
Desde
las 17.00 tuvo un encuentro con los catequistas, padres y niños de la
catequesis familiar y diferencial, en la sede parroquial. En la oportunidad, el
Pastor Diocesano destacó la importancia de la familia como cuna de la vida y de
la fe, y su tarea insustituible en la formación de ciudadanos católicos
comprometidos. Por medio de
una chala amena, conoció la realidad de cada
familia y también compartió con los padres y niños experiencias significativas de su infancia,
el surgimiento de su vocación y su tarea pastoral actual.
Luego
dio inicio la procesión en honor al Inmaculado Corazón de María por las calles del
casco céntrico, partiendo del templo parroquial ubicado en calle República
entre Ayacucho y Caseros, cantando y meditando el Santo Rosario con la guía y
reflexión del Cura Párroco, Pbro. Edelmiro Herlein. En el Año Diocesano de la
Niñez y la Adolescencia, acompañó la imagen de la Virgen María, la del Divino
Niño Alcalde, llevada en andas por los niños de la catequesis. A lo largo del
camino, la gran cantidad de fieles participantes ofreció cada misterio del Santo
Rosario por las familias, los niños y adolescentes, los pastores del pueblo de
Dios, especialmente por el Papa Francisco y el Obispo de Catamarca, por sus
intenciones particulares y por los frutos de su tarea evangelizadora. También
rezaron especialmente por las madres, para que el Señor moldee sus corazones y
los haga dóciles y llenos de amor como el de la Virgen María.
Al
retornar al templo, las sagradas imágenes del Corazón de María y el Divino Niño
Alcalde fueron colocadas en sus sitiales de honor, y se celebró la Santa Misa
presidida por Mons. Urbanc y concelebrada por el P. Herlein.
Durante
su homilía, el Obispo resaltó la figura de la Madre de Jesús como la mujer con
un corazón sin mancha, totalmente lleno de amor hacia toda la humanidad, madre
de todos por mandato del mismo Jesús. “Cuando estamos iniciando el camino hacia
Dios, es más fácil dirigirse a Ella, pedirle con confianza, porque es una madre
que nos acoge y nos recibe”, dijo,
agregando: “Dios es omnipotente para obrar,
y María es omnipotente para interceder, así que pidamos con confianza que no hay
cosa que Dios pueda negarle a esta santa mujer, a la que le pidió el
consentimiento para ser la madre de su Hijo”.
Para
finalizar expresó que “nunca se ha dicho de ninguno que haya acudido a María
sin obtener una gracia, aunque no obtengamos lo que queremos, Ella le pedirá al
Señor por lo que nos conviene”.
Antes
de la bendición final, el párroco, en nombre de toda la comunidad, dio gracias
a
Mons. Urbanc por sus días visita pastoral, por sus palabras y su testimonio,
que fueron de gran ayuda y aliento para todos los que compartieron su
presencia. De igual manera rogó al Señor para que los frutos de esta visita
sean abundantes para la parroquia y toda la Iglesia que peregrina en Catamarca.
Luego
de la celebración, los presentes compartieron una cena de despedida a la canasta
en las instalaciones de la parroquia, donde pudieron agradecer personalmente al
Obispo su cercanía durante estas jornadas.