Unos 450 catequistas
llegados desde las 31 parroquias de la Diócesis de Catamarca, junto a los
servidores y el resto de los organizadores, comparten su tarea evangelizadora
en el encuentro que cada año propone la Junta Diocesana de Catequesis, a cargo
del Pbro. Julio Murúa, y que en esta oportunidad se realiza en la escuela
municipal del departamento Fray Mamerto Esquiú.
La jornada contó, en horas
de la mañana, con la presencia del
Obispo de Catamarca, Mons. Luis Urbanc, y sacerdotes del clero local,
quienes acompañaron a los catequistas de sus comunidades.
A partir de las 8.00 se realizó
la acreditación y desayuno, seguido del momento de animación, a cargo del grupo
Yanai.
Luego se vivió la adoración
eucarística y alabanza presidida por el Padre Julio Murúa.
A las 10.00 tuvo lugar la
disertación a cargo del Pbro. César Napoli, Director de Catequesis de la
Diócesis de Morón, quien destacó que el catequista tiene como primer músculo el
corazón, que no puede parar de bombear el amor de Dios. Y como segundo músculo
las piernas. Así, entre el bombear del corazón y el andar de las piernas deben
salir al encuentro de los hermanos.
En horas del mediodía se
celebró la Santa Misa presidida por el Señor Obispo y
concelebrada por los sacerdotes
Murúa y Napoli; en tanto que los demás sacerdotes presentes atendieron
confesiones.
En su homilía, el Pastor
Diocesano agradeció la incansable tarea que realizan en la Iglesia los
catequistas, quienes deben ser testigos de Jesús y estar atentos, y pedir al
Espíritu Santo los dones de Piedad y Santo Temor de Dios.
Asimismo, los animó a estar juntos para volver a entusiasmarse
con Jesús en este encuentro.
Las actividades continúan en
horas de la tarde, hasta las 20.00.