En la tarde del lunes 8 de
agosto, las Monjas Dominicas celebraron a su Patrono Santo Domingo de Guzmán
durante una misa en el Monasterio Inmaculada del Valle, ubicado camino a El
Jumeal. Se sumaron a esta fiesta, enmarcada en el Jubileo por los 800 años de
la Orden de Predicadores, religiosas de distintas congregaciones de Capital y una
gran cantidad de fieles.
Pasadas las 18.00, dio
inicio la misa presidida por el Vicario General de la
Diócesis, Pbro. Julio
Quiroga del Pino, y concelebrada por los sacerdotes José Antonio Díaz, Armengol
Acevedo, Antonio Bulacio, Juan Orquera y Diego Manzaraz, pertenecientes al
clero capitalino.
La homilía fue pronunciada
por el Pbro. Armengol Acevedo, párroco de Santa Rosa de Lima, a cuya
jurisdicción pertenece el Monasterio. El sacerdote destacó la figura y la tarea
de Santo Domingo, quien, “preocupado por los problemas del mundo y de la Iglesia
del momento, sintió la necesidad
de crear una Orden cuyos miembros estuvieran
dedicados al estudio, la predicación, la contemplación y la compasión, para
ayudar a los hombres y mujeres de cada tiempo a vivir la misericordia de Dios”.
Resaltó que Santo Domingo
vivió “especialmente las obras de misericordia de enseñar al que no sabe y
corregir al que se equivoca, para lo que tuvo que presentar lo que es para los
cristianos la Verdad, que es Dios mismo”. Y agregó que “por eso, para
los
cristianos, la Verdad es una Persona, Jesús. Y a la persona de Jesús no se la
impone, se la propone misericordiosamente”.
Al finalizar la Santa Misa,
la Madre Priora Sor Teresa Pérez agradeció a todos los presentes por acompañarlas
y celebrar con ellas esta fecha tan especial.