Esta feliz concreción surge a
partir de un proyecto propuesto por el Secretariado Diocesano, que se vio
cristalizado con la decisión del Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc, de ceder
el uso del sector lateral sud y la planta alta de las instalaciones existentes
en el predio de la capilla de San Rafael, ubicado en calle Tucumán 449 de la
ciudad capital.
Desde el Movimiento comentaron
que “todo arrancó en mayo del año 2019, cuando la comunidad palestrista catamarqueña
planteó la necesidad de contar con un lugar fijo, un lugar de referencia, pero
sin atarnos, entendiendo que la misión de evangelizar está en salir a las
calles y a los puntos más recónditos de nuestra diócesis”.
Es así que “se elevaron las propuestas de refacción y remodelación de las instalaciones de la capilla de San Rafael, lugar de nostalgia y de tantas alegrías por los eventos, bienvenidas y retaguardias que vivimos en este lugar”, manifestaron, agregando que “la primera medida fue realizar lo que denominamos ‘Proyecto San Rafael’”, que implicó el “desarrollo del balance de obras, objetivos y el fin para el que sería destinado el lugar que ocupaba el Servicio Sacerdotal de Urgencia”. Esto se hizo “conjuntamente con Ángel Medina, el arquitecto Alejandro Perea, el Padre Facundo Brizuela, en compañía de todos a través de los coordinadores de las comunidades”.
Este proyecto fue presentado
a Mons. Urbanc, quien lo aprobó y cedió este espacio, haciendo realidad el
sueño de que Palestra Catamarca tenga su sede, que será usada para reuniones,
encuentros, incluso para albergar en tiempos de Período Motivador (PM) a algún joven
del interior, y demás tareas de apostolado.
Desde el Secretariado
Diocesano instaron a todos los miembros a ser responsables para “asumir el
compromiso de darle finalidad al lugar común, que es de todos y para todos”.
