Anoche, en la Catedral
Basílica de Nuestra Señora del Valle, se celebró los 101 años de la creación
del Movimiento Apostólico de Shöenstatt, y se dio gracias por las madres en su
día.
La Santa Misa, presidida por
el Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc, se inició con la entrada solemne del
tríptico de la Virgen de Shöenstatt portado por miembros del movimiento.
También, en el contexto del mes dedicado al Santo Rosario, las Misiones y las
Familias, se contó con la participación del Movimiento Familiar Cristiano en el
servicio litúrgico.
En su homilía, el Pastor
Diocesano se refirió a la actitud de servicio en nuestra vida
cotidiana, que
debe ser realizado con humildad y sincero espíritu de donación personal. Dijo
que “no debemos hacer cosas para obtener reconocimiento personal sino para
buscar el bien para todos”.
Concluyó invitando a pedir
al Señor por las madres en su día, para que la labor diaria, la actitud de estar
siempre a disposición de los hijos, sean un testimonio efectivo de servicio
para todos nosotros.
Después de la Comunión se rezó
una oración de consagración a la Virgen, Madre
de todos los creyentes, y antes
de la despedida, Mons. Urbanc invitó a los fieles a saludar a las madres
presentes con un canto.