En la noche del sábado 26 de
diciembre, el Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc, consagró el altar, bendijo el
ambón, la pila bautismal, y dedicó el templo de San Ramón Nonato, perteneciente
a la parroquia de San Pío X y ubicado en el sur de la ciudad capital. La Santa
Misa fue concelebrada por el Párroco, Pbro. Sergio Chumbita.
En el inicio de la ceremonia
se leyó el decreto por el que se dedica la capilla a San
Ramón Nonato. Luego el
Obispo bendijo el agua y con ella la imagen de la Virgen de la Dulce Espera,
que fue entronizada en el lugar.
Durante su homilía, el
Pastor Diocesano animó a los presentes a vivir este acontecimiento como una
bendición especial y una gran alegría en el marco del Nacimiento de Jesús.
También resaltó que por ser un edificio visible, esta casa es un
signo peculiar
de la Iglesia que peregrina en la tierra y una imagen de la Iglesia que ya ha
llegado al cielo. Según una costumbre muy antigua de la Iglesia, es conveniente
dedicarla al Señor con un rito solemne al erigirla como edificio destinado
exclusiva y establemente a reunir al Pueblo de Dios y celebrar los sagrados
misterios.
Mons. Urbanc ungió con el
Santo Crisma la piedra del altar y las cruces ubicadas en las paredes del
templo. Luego de la consagración, miembros de la comunidad vistieron el altar
con manteles, flores y velas.
La ceremonia continuó con la
presentación de las ofrendas y la comunión bajo las especies del pan y del
vino, convertidas en el Cuerpo y la Sangre del Señor.