Con la tradicional procesión y misa, en la tarde del
martes 7 de agosto, culminaron las festividades en honor a San Cayetano en la
capilla ubicada en la zona sur de la ciudad capital, enmarcadas en el Año de la
Piedad Popular, camino a los 400 años del hallazgo de la Virgen del Valle.
Una multitud de devotos del Santo del Pan y del Trabajo
participó de la marcha procesional abarcando en su recorrido calle Tucumán,
pasaje Obispo Segura, continuando por 1 de Mayo, Gobernador Fortunato Rodríguez
hasta el templo, donde se celebró la Eucaristía, presidida por el Pbro. Julio
Murúa, párroco del Sagrado Corazón de Jesús, a cuya jurisdicción pertenece la
capilla.
En el inicio de su homilía, el sacerdote se refirió
a la devoción de la multitud congregada en torno al Santo como “la obra del
espíritu, que ha creado un vínculo, una relación de cercanía con San Cayetano,
de manera que espontáneamente vienen a traer los dolores del corazón, las tristezas
y desesperanzas, que con confianza las ponen ante él para que interceda ante el
Padre”.
En otro tramo de su predicación dijo que “entre las
cosas que le pedimos a San Cayetano es trabajo”, el cual “nos dignifica, por
eso toda persona tiene derecho a trabajar. El trabajo nos hace mejores seres
humanos, nos humaniza, nos hace participar de la obra creadora de Dios”.
También afirmó que “el problema del trabajo es una
realidad que se vive en el mundo entero, no hay oportunidades laborales para
numerosas personas. Frente a esta situación, la respuesta es más creatividad, solidaridad,
fraternidad, verdad y sinceridad en nuestras acciones”.
“Nos juguemos por la vida”
En el día previo al tratamiento de la ley del aborto
en el Senado de la Nación, el Padre Murúa llamó a defender la vida desde la
concepción. Consideró que esto “no nos dignifica ni nos hace mejores personas”,
apuntando que “el sentido común nos dice que no hay conflicto entre la vida del
niño y la vida de la madre, son dos personas. El niño es persona desde el
momento de la concepción, pero hay una corriente ideológica, llamada ideología
de género, que, utilizando
muchos medios como la defensa de los derechos de la
mujer, intenta convencernos de que las personas no tenemos una identidad sexual.
La sexualidad depende de cómo me siento, cómo me percibo, es algo cultural, que
las culturas anteriores nos han impuesto, algo que se construye, no es algo que
viene en la naturaleza”.
En este sentido, manifestó que esta ideología “desoye,
ignora lo que dice la ciencia, entonces se termina imponiendo por los medios de
comunicación que tienen una postura claramente tomada de que como la sexualidad
es una construcción cultural, también es una construcción cultural a partir de
cuándo es humano y a partir de cuándo deja de serlo”.
Asimismo, reafirmó que “se es persona humana desde
el momento en que es concebido en el vientre de la mujer, de la mamá -hasta nos
han quitado las palabras, ya no le dicen mamá, ahora le dicen ser gestante- eso
que hay en su interior es una persona, es vida, hay un ser humano. No permitamos
que nuestro tiempo pase a la historia por haber aprobado leyes que, escondida o
solapadamente, terminan promoviendo la muerte de los niños que están en el seno
de su mamá. Nos juguemos por la vida”.