Durante la noche del domingo 18 de agosto, religiosas y religiosas del Noroeste Argentino participaron de la Santa Misa en la Catedral Basílica y Santuario de la Virgen del Valle, en la segunda jornada del encuentro regional que se viene desarrollando en la casa de retiros espirituales Emaús, ciudad capital de Catamarca, y que culminará este lunes 19.
La
Eucaristía fue presidida por el obispo diocesano, Mons. Luis Urbanč, y concelebrada
por Mons. José Luis Corral, obispo de la hermana diócesis de Añatuya, Santiago
del Estero, quien participa de la asamblea de la vida consagrada del NOA.
En
el inicio de su homilía, Mons. Luis Urbanč manifestó que “estos hermanos consagrados
de congregaciones e institutos que están prestando su servicio en el NOA se han
congregado aquí, en Catamarca, con el lema ‘Peregrinos
de la esperanza’, y de esa manera han venido acá al lado de la Virgen a renovar
su consagración a Dios”.
“Y
esto lo estamos haciendo en el marco del Mes de las Vocaciones, que hemos empezado
el 4 de agosto, día del Cura de Aras, en la diócesis, y lo vamos a culminar el
8 de septiembre, Natividad de la Virgen María y Día de la Vida Consagrada. Es un
mes de oración, reflexión y promoción de las vocaciones sacerdotales, a la vida
consagrada, misionera y matrimonial”, indicó, apuntando que “nos viene como
bendición de Dios este encuentro de los consagrados y consagradas.
También
comentó que “esta tarde se han hecho presente en distintos rincones de la
ciudad para una misión”, y recordó que “la vida del ser humano es misión. Todos
tenemos una misión, y es un testimonio viviente haber visto a consagrados y
consagradas anunciando a Jesús”.
En
otro tramo de su predicación, afirmó que “la vocación a la vida consagrada es
un especial llamado que Dios hace a varones y mujeres para consagrar su vida
enteramente a Él, observando los consejos evangélicos de pobreza, castidad y
obediencia”. Y continuó: “Vocación y misión van juntos, Dios te llama para, y
cada uno tiene que aprender a descubrir eso. En este mes vocacional en la
diócesis tenemos que ocuparnos de nuestros niños, cuyo día celebramos hoy, y de
nuestros adolescentes, para ayudarles a descubrir cuál es el plan de Dios para
ellos, que es un proyecto de amor”.
Tras
reflexionar sobre la Palabra de Dios escuchada pidió “que los hermanos de la
vida consagrada, que hemos recibido el don del celibato, podamos mostrar a
todos nuestros hermanos las bellezas de la vida en Dios, la belleza que es
Jesús. Que podamos ser atractivos para el mundo mostrando con alegría que Jesús
está en lo profundo de nuestro corazón y le da sentido a toda nuestra vida… que
vivimos del amor de Dios y queremos ser testigos de ese amor en el mundo que
nos toca vivir”.
Los
consagrados y consagradas participaron en los distintos momentos de la ceremonia
litúrgica, guiando, proclamando la Palabra de Dios, acercando las ofrendas al
altar.
Antes
de la bendición final, se consagraron a la Santísima Virgen María en su advocación
del Valle. Luego se dirigieron al Camarín donde más cerquita de la Madre Morena
pusieron en sus manos entreabiertas todas sus intenciones, tomaron gracia y
recibieron la bendición de Mons. José Luis Corral.
Actividades en espacios verdes
Durante la tarde dominical, los religiosas y religiosos participantes del encuentro del NOA llegaron a distintos espacios verdes de la ciudad, para realizar una misión compartiendo con la comunidad catamarqueña el amor de Dios. Lo hicieron especialmente con los niños que celebraron su día en esa jornada.