Camino a la Beatificación

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10 diciembre 2010

La Morena Virgen del Valle estrena corona


Durante una ceremonia privada, concretada en el Camarín de la Catedral Basílica, se realizó el cambio de la Corona de la Sagrada Imagen de Nuestra Señora del Valle. Un regalo que el clero catamarqueño le hizo a la Morenita del Valle con ocasión del Centenario de la Diócesis.
En el acto estuvieron presentes el Vicario General de la Diócesis, Pbro. Julio Quiroga del Pino; el Rector del Santuario y Catedral Basílica de Nuestra Señora del Valle, Pbro. José Antonio Díaz; los orfebres Carlos Martel y Cristina Parodi, matrimonio autor de la obra; y peregrinos que ocasionalmente se encontraban en el lugar sagrado.
Se trata de una joya única, confeccionada con oro, piedras preciosas y semipreciosas: brillantes, rubíes, granates, rodocrosita (piedra semipreciosa que identifica a nuestra provincia), cubic, entre otros elementos. El material utilizado para su confección fue donado por particulares y sacerdotes.
El Rector del Santuario coloca la nueva Corona
a la Virgen, obsequio del clero con ocasión del
Centenario de la Diócesis de Catamarca.
Sobre el estilo de la Corona, Carlos Martel explicó que “a diferencia de la confeccionada para la Coronación, hecha en Francia, esta Corona tiene un estilo localistas, con iconografía indígena representando a los primeros hombres y mujeres de esta tierra, que veneraron a la Imagen”. De esta manera, se plasmaron los cuatro elementos de la naturaleza desde la cosmovisión aborigen: la tierra (suri), el agua (rana), el fuego (sol) y el aire (cóndor).

Carlos Martel y Cristina Parodi, orfebres
que confeccionaron la Corona.
 “El diseño -dijo Martel- representa la esencia misma de Catamarca, con su flora y sus minerales. En cuanto a la iconografía eclesiástica se destacan el Mundo y la Cruz que corona el mundo, y la Custodia simbolizada con dos cubic (piedras blancas)”.
Los orfebres Carlos Martel (oriundo de Belén) y Cristina Parodi son asesores y docentes de la Escuela de Orfebrería de Catamarca, y están radicados en Buenos Aires. Ellos tuvieron el privilegio de confeccionar la joya, tarea que les demandó 7 meses, ya que “mi señora y yo la realizamos en los tiempos libres, y cada diseño requiere un tiempo de elaboración, incluyendo los cambios que se producen en la marcha”.
Respecto al significado de esta labor privilegiada para ambos, comentó que “desde el momento en que nos encomendaron la tarea, nosotros quisimos regalarle a la Virgen nuestro trabajo. Es algo maravilloso, muy grande, que lo vivimos con mucha devoción”.
Fue una breve y emotiva ceremonia, realizada en un ambiente de respeto y profunda fe a la Reina del Valle, quien luce ya su nueva Corona.