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17 noviembre 2012

Restauran el retablo o altar histórico de la Catedral Basílica

Inicio del trabajo de restauración.

La restauración y puesta en valor del altar y retablo histórico de la Iglesia Matriz de la Virgen del Valle, hoy altar de San José, se encuentra en su etapa final. La obra se inició por encargo del Rector del Santuario y Catedral Basílica, Pbro. José Díaz, en agosto de este año, y fue solventada por el propio Santuario, y la colaboración con personal y andamios del ministerio de Obras Públicas de la provincia, bajo la dirección técnica del técnico maestro mayor de obras Eduardo Alvarez.

Mueble histórico
El sector sometido al trabajo de restauración.
Se trata del primer e histórico retablo (altar de tablas, de madera noble) de la Iglesia Matriz de Nuestra Señora del Valle, que data de la década de 1860. En este altar, que supo ser el primer trono de la Sagrada Imagen de la Virgen del Valle, celebró el mismo Fray Mamerto Esquiú. Junto con los vitraux, las pinturas de Nazareno Orlandi y sus hijos, el órgano a viento, el reloj histórico, las carpinterías de madera y metálicas, las obras marmóreas y las campanas, constituyen un conjunto de expresiones artísticas que brillan y adornan la magnífica casa de la Madre del Valle.
Minuciosa es la labor que realizan
los técnicos.
El histórico mueble dejó su lugar principal cuando se construyó el Camarín de la Virgen del Valle y su nuevo retablo y trono en mármol; entonces se lo emplaza como testimonio histórico en la primera capilla sur, bajo el ábside sur, que fue adaptado extrayendo algunas de las partes del sotabanco para enclavarlo en una estructura de mármol existente, que constituyen altares secundarios. Está compuesto conforme a la descripción que se hace en la documentación fotográfica, hoy ocupando el altar principal de la calle central por San José.

Estado actual
Personal en plena tarea de recuperación del altar histórico
de la Catedral Basílica.
La obra presenta un estado de patologías que derivan de la falta de mantenimiento de su estructura y conjunto, el paso del tiempo, del manejo inapropiado por la exposición directa a las personas que transitan por el lugar, al estado de sequedad de las tablas, falta de protección de las mismas, caso del reverso que presenta rastros de la acción de la hormiga taladro e insectos, ausencias de algunos detalles decorativos, pequeñas molduras, un copón con su penacho, el policroma presenta en algunas zonas el desprendimiento, craquelado o descascaramiento, etc.
Vista del retablo a pleno.
También sufrió los efectos del terremoto de septiembre de 2004, provocando por sequedad y el esfuerzo que soportó micro fisuras y fisuras en distintos tableros y des consolidación de artes decorativas, partes desemparejadas por fisuras, etc. En cuanto al estado de la policroma se notan distintos procedimientos, capasy repinte posteriores, incluso repintado sobre pinturas doradas originales etc.

Las tareas
El trabajo se organizó en dos fases: la primera comprende la conformación del equipo para iniciar la intervención, andamiajes, elementos de seguridad, diagramación y plan de trabajo, a los efectos de no interferir en el normal desarrollo de las actividades religiosas del Santuario.
La segunda fase corresponde a la documentación técnica y fotográfica. Se tomaron muestras, caracterización de los materiales, identificación de los materiales presentes en la pintura y en la policromía, estudio sobre zonas problemáticas, decisión de los materiales a emplearse, estado de los elementos de sujeción del mueble, etc.

Personal de Obras Públicas de la provincia que colabora
en los trabajos de restauración.
Retablo
Del latín retro tabularum, es una compleja estructura -en la que se conjugan la arquitectura, la escultura y la pintura-, dispuesta delante del muro de cierre de una capilla, encima del altar. Tiene su origen en la antigua costumbre litúrgica de colocar para su veneración, reliquias o imágenes de santos sobre los altares. Lo más común es que para su estructura se emplee la madera (pino, castaño, peral, roble, nogal y tejo), pero no son extraños tampoco aquellos construidos en piedra, alabastro, mármol y otros materiales duros y semipreciosos como el lapislázuli y la malaquita.