Como cada año, la Virgen del
Valle, Patrona Nacional del Turismo y Patrona de Catamarca, engalana la Fiesta
Nacional e Internacional del Poncho, que congrega a miles de personas. Como en
otras ediciones, la Sagrada Imagen de la Morena Virgen del Valle se encuentra
ubicada en el ingreso del Pabellón de Turismo, vistiendo su poncho de vicuña y
custodiada por los guardianes de la Virgen.
Cada día, recibe el afecto
de muchos catamarqueños y turistas de todo el país y el mundo, quienes se
encuentran con Ella en su visita al Predio
Ferial Catamarca y le expresan su devoción.
Stand
de la Diócesis
La Diócesis de Catamarca
está presente con el stand ubicado en el Pabellón de Turismo, y presenta las
principales actividades que se desarrollan en el Año de los Laicos que vive esta
Iglesia particular. Representantes de instituciones, movimientos y equipos de
las distintas áreas pastorales son los encargados de mostrar a todos los
visitantes las propuestas de trabajo y actividades que se realizan en la Iglesia
de
Catamarca, abarcando todas las edades y ámbitos de la sociedad. Jóvenes y
adultos comparten su experiencia de trabajo pastoral e invitan a participar en
los grupos eclesiales con diferentes carismas.
Los turistas son invitados a
visitar el flamante Museo de la Virgen del Valle, ubicado a metros de la plaza
principal por calle República, en el predio de la Catedral Basílica, en el
antiguo edificio del Obispado. Con folletería y material formativo se espera a
la comunidad para compartir la alegría de la fe.
En este marco se presenta a
los
catamarqueños que transitan por el Pabellón de Turismo la propuesta del III
Encuentro Diocesano de Laicos, que se llevará a cabo los días 2 y 3 de octubre de
este año, con la expectativa de una gran participación de personas. La
invitación es para gente de Capital y del interior catamarqueño que quiera dar
su opinión y debatir sobre la familia, la educación, el trabajo, la política,
la economía, la cultura, las ciencias, las artes, los medios de comunicación
masiva y todo lo que implica la realidad social, invocando la protección de
María Santísima del Valle, para renovarse a la luz de la fe.