“El
corazón del Padre Sonzini se desbordó
por
la caridad con los más pobres”
El martes 14 de julio, al
cumplirse el 4° aniversario de su
partida a la Casa del Padre del Pbro. Santiago Sonzini, se ofició la misa para
rogar por el eterno descanso de su alma, que fue presidida por el Arzobispo de
Salta, Mons. Mario Cargnello, y concelebrada por el Párroco, Pbro. Armengol
Acevedo, en el templo parroquial, ubicado en la intersección de avenida Virgen
del Valle y calles Rojas.
La celebración eucarística
congregó a una gran cantidad de fieles, quienes expresaron su cariño y respeto
hacia el sacerdote, que acompañó espiritualmente a esta comunidad durante 45
años.
En su homilía, Mons.
Cargnello dijo que el Padre Sonzini dejó “una verdadera huella que va
acelerando la vida de esta comunidad. Pero no solamente para ustedes como feligreses sino para muchos
de nosotros, los sacerdotes. Su figura ha sido como faro en el camino de
nuestra formación y es por eso que lo hemos querido mucho y no solamente lo
hemos reconocido como padre, sino que también lo llamábamos tío. Era la manera
afectuosa de reconocer la profundidad de
su presencia en nuestro corazón”.
“Vivió y murió como sacerdote, fiel a lo que
la Iglesia decía, su corazón se desbordó por la caridad con los más pobres. El
Hogar Mama Achachita ha sido una expresión de ese afecto entrañable, al estilo
de Jesús, por los más necesitados”, destacó el arzobispo visitante, recalcando
que “no se agotó su misión en esta institución, sino que también supo mirar las
necesidades de su parroquia, descubriendo al chico, al joven, a las familias
necesitadas y estuvo al lado de ellos. Por eso lo reconocemos y agradecemos
todo lo que ha hecho y ha sido para todos nosotros”.
En otro tramo de su
predicación dijo que “nuestro querido Padre Santiago fue un hombre que hizo
tanto bien, que fue impulso de fe para todos, como lo deberíamos ser cada uno
de nosotros, un impulso de fe para los que nos rodean porque Dios no nos
abandona, nos hace siempre ser sal y luz, que nos hace siempre mostrar que vale
la pena creer, ser sus hijos, ser su familia en el corazón de la Iglesia”.
Tomando la Palabra de Dios
proclamada, dijo que la misma “nos invita a poner nuestro corazón en Dios”. Y exhortó
a “renovar nuestra confianza en la obra de Dios en el corazón de nuestra
parroquia y renovar nuestro compromiso para trabajar, para sembrar el bien,
para fortalecernos en los momentos de debilidad y para luchar cuando parece que
todo no va bien. El Señor está, no nos
abandona. Sepamos descubrir la presencia del Señor y no busquemos lo
extraordinario. Él nos ofrece el milagro de estar con nosotros cada día, en
nuestro trabajo, en el cumplimiento de nuestras obligaciones, en las relaciones
familiares, en el vínculo con nuestros amigos, en el trabajo de la parroquia”.
Antes de la despedida final,
Mons. Mario Cargnello llamó a los fieles de la parroquia a celebrar a Santa
Rosa de Lima con el fervor que el Padre Sonzini
transmitía en sus homilías.
Los fieles acercaron
alimentos no perecederos destinados al comedor Mama Achachita, que fueron
colocados en un canasto en el ingreso al templo parroquial.