En la tarde del Viernes
Santo, el Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc, presidió la celebración de
Adoración de la Santa Cruz junto a una gran cantidad de fieles en el Altar
Mayor de la Catedral Basílica y Santuario de Nuestra Señora del Valle.
En este día la Iglesia
recuerda el Sacrificio de Jesús muerto en la Cruz por la Salvación del mundo,
por lo que no se celebra la Santa Misa. En un clima de profundo respeto, dio
inicio la ceremonia con la proclamación de la Pasión del Señor, meditando el
camino de Jesús desde que es condenado a muerte hasta que entregó su vida.
En la oportunidad, Mons.
Urbanc expresó que “hoy tenemos la oportunidad de meditar la muerte del Hijo de
Dios hecho hombre, y merece de cada uno mucho detenimiento para que de esto
podamos sacar enseñanzas provechosas que nos cambien la vida, porque ése es el
objetivo, que seamos discípulos
misioneros, testigos elocuentes de este
misterio de amor de Dios”. Y puso como ejemplo a María, quien “nos enseña a
permanecer firmes en Dios, no se deja abatir, Ella sigue confiando plenamente
en Dios, porque ama de verdad”.
A continuación, se realizó el rito de la
Adoración de la Santa Cruz, árbol que sostuvo la Salvación del mundo. En una
procesión desde el ingreso al Santuario, el Obispo levantó en alto la imagen de
Jesús Crucificado y con alabanzas la fue descubriendo hasta llegar al altar. La
Santa Cruz fue colocada en un sitio de honor para que todos los presentes se
acercaran a adorarla.
Mientras tanto, se realizó
la Colecta para Tierra Santa, destinada al sostenimiento de las congregaciones
y los fieles que cuidan los Santos Lugares y que sufren la persecución a causa
de la fe.
Antes de la bendición final,
se realizó el momento de la Comunión, que fue consagrada en la Misa del Jueves
Santo para esta ocasión y que fue reservada en el Monumento durante la noche.