En el marco de los 100 años
de la construcción del Camarín de la Virgen del Valle, que se cumplirán el próximo mes de mayo, el
Rector del Santuario Mariano, Pbro. José Antonio Díaz, encomendó la tarea de
restauración y puesta en valor del Retablo del Altar Mayor y del Camarín al
equipo técnico dirigido por maestro mayor de obras Eduardo Alvarez, e integrado
por el artista plástico Albano Farías, los técnicos Luis Armando Castro,
Jerónimo Castillo y manos útiles.
De esta manera, ya iniciaron
las obras de restauración, para devolverle el brillo y esplendor original. En
este sentido, Eduardo Alvarez expresó que “los Monumentos Históricos Nacionales
de Argentina forman parte de una serie de bellas realizaciones arquitectónicas,
lugares u obras que por su interés y valor gozan de una protección jurídica
específica recogida en la Ley para su preservación, enriquecimiento y
exhibición”.
Asimismo, afirmó que “teniendo
en cuenta la proximidad de la celebración del centenario del Camarín,
corresponde que los hijos catamarqueños, junto con el Estado municipal,
provincial y nacional decidan sinergias a los efectos de la restauración y
puesta en valor de tan importante bien cultural, que alberga a la Sagrada
imagen de Nuestra Madre del Valle, Patrona Nacional del Turismo Nacional.
Los trabajos se inscriben
dentro de los Cuatrocientos años del hallazgo de la Sagrada Imagen de Nuestra
Madre del Valle y los Cien años del Camarín, que se cumplirán en los años 2020
y 2016, respectivamente.
Alvarez explicó que “el
conjunto del Camarín y en este caso el Retablo, que ya es objeto de
restauración y puesta en valor, es una obra financiada totalmente por el
Santuario de la Virgen del Valle. El Retablo debe recuperar su lectura
original, dotándole de la integridad física perdida a lo largo del tiempo, un
aspecto destacado teniendo en cuenta las técnicas utilizadas y estética, como
por ejemplo la distinta naturaleza de los materiales que conforman el Camarín,
con su composición de materiales nobles como el mármol, ornamentos no
estructurales. En este caso el Retablo se impone desde el Presbiterio desde planta
baja hasta el Camarín en planta alta, tablas-maderas, yesos, enlucidos,
molduras, (pinturas: degradación, mermas, repintes erróneos etc.), obras de
iluminación interior-exterior, estado, sujeción, consolidación, seguridad, carpinterías,
herrajes, barandas y elementos metálicos”.
Además, destacó que “el
equipo ha definido un programa con una intervención que cumpla con los
conceptos de procedimientos de intervención responsable, investigación
histórica crítica, relevamiento, investigación técnica, investigación
religiosa-cultural, para luego definir según cada caso el grado y el proyecto
para cada intervención, que deberán contemplar todos los procedimientos, normas
de seguridad y normas preventivas”.
En este sentido, dijo que el
criterio que se adoptó para esta primera intervención del Retablo es el de
"mínima intervención", focalizando la atención en zonas muy concretas
del bien; completándose el proceso de Restauración con la colocación de puntos
de luz tenues de última generación, de tipo led, que permiten una lectura
simbólica, iconográfica y alegórica del Retablo, y así erradicar toda
instalación invasiva, cableados provisorios exteriores y las luminarias
incandescentes que generan excesivos consumos de energía y calor.
Esta obra demandará 40 días
de trabajo a pleno, tratando de no interferir o interrumpir las actividades y
celebraciones religiosas, poniendo nuestra experiencia y conocimientos
profesionales como hijos catamarqueños y devotos de Nuestra Madre del Valle.