La Conferencia Episcopal
Argentina, una vez más, manifiesta su cercanía y acompañamiento a quienes
sufren las consecuencias de los diversos fenómenos climáticos de los últimos
tiempos. Estos han producido inundaciones en distintos puntos del país
provocando evacuaciones y variadas pérdidas materiales.
El drama no termina cuando
comienzan a bajar las aguas o cesa la lluvia. El regreso a los hogares es
paulatino y la limpieza y reconstrucción de las zonas afectadas implica
recursos y esfuerzos. Por eso se hace necesario seguir acompañando a los
damnificados con nuestra oración y solidaridad. Alentamos a continuar
colaborando a través de las Cáritas, parroquias locales y los Equipos de
Emergencia Nacional y Regionales de Cáritas Argentina.
En el Año Santo de la
Misericordia, sigamos haciéndonos cercanos con nuestra oración y presencia.
Que esta sea también una ocasión
para reflexionar en torno al cuidado de nuestra casa común porque, como nos ha
expresado el Papa Francisco en Laudato Si´, “todo esto nos ayuda a darnos
cuenta de que cualquier acción sobre la naturaleza puede tener consecuencias
que no advertimos a simple vista”.
Encomendamos a la intercesión de
María Santísima de Luján al pueblo de Dios que sufre esta situación para que
ella nos cubra con su manto y amor maternal.
Comisión Ejecutiva
26 de abril de 2016
Conferencia Episcopal Argentina