El pasado viernes culminó el
curso “La Misericordia de Dios en la Biblia”, que desde el miércoles congregó a
una gran cantidad de personas en el Centro Educativo y Cultural Diocesano
Virgen del Valle, ubicado en el antiguo Seminario. El mismo estuvo a cargo del
Pbro. Oscar Tapia y fue organizado por la Delegación de Animación Bíblica de la
Pastoral, en el marco del Año Santo de la Misericordia, convocado por el Papa
Francisco, y el Año del Compromiso Cívico y Ciudadano que vive la Iglesia en
Catamarca.
Desde las 20.00 y hasta las
22.00, los participantes se dieron cita para descubrir la Misericordia de Dios
con su Pueblo, expresada a lo largo de muchos pasajes bíblicos que narran la
historia de amor eterno de Dios, que siempre está dispuesto a perdonar.
A lo largo de las tres
noches del curso, el P. Tapia planteó el significado de las palabras
Amor,
Misericordia, Perdón, Reconciliación en la vida cotidiana y en los textos
bíblicos. También abordó el contexto histórico y el vocabulario de los textos
sagrados, que a lo largo del Antiguo y Nuevo Testamento dejan ver que “desde el
principio hasta el fin de la historia de salvación, Dios manifiesta su ternura
hacia la miseria humana, ayudando, perdonando, consolando, resucitando y a su
vez, invita al hombre a mostrarse misericordioso”.
También se reflexionó a la
luz de la Bula de la Misericordia del Santo Padre Francisco con la que convocó
al Año Santo. En ella el Papa expresa que la Misericordia es fuente de alegría,
de serenidad y de paz. Es la vía que une a Dios y al hombre, porque abre el
corazón a la esperanza de ser amados para siempre, no obstante el límite de
nuestro pecado. Y es la ley fundamental que habita en el corazón de cada
persona cuando mira con ojos sinceros al hermano que encuentra en el camino de
la vida.
El cierre de la última noche
contó con la actuación de los músicos catamarqueños Alico Espilocín y Popi
Arréguez.
Certificados
Desde la Pastoral Bíblica
informaron que los certificados de los participantes se encuentran a
disposición en el Obispado Diocesano, San Martín 655, en horario de la
mañana.