La despedida contó con la presencia del Arzobispo de Tucumán y del Obispo
de Catamarca. La visita de la Imagen peregrina duró dos meses, en cuyo
transcurso llegó a numerosas comunidades de la primera jurisdicción
eclesiástica que la recibió en su paso por el NOA.
Durante la mañana del lunes
8 de julio, vísperas del 203° aniversario de la Declaración de la
Independencia, la Imagen peregrina de la Virgen del Valle culminó su visita a
la Arquidiócesis de Tucumán, luego de dos meses recorriendo las comunidades
parroquiales, instituciones educativas y otras, centros de salud y de
recuperación de jóvenes con adicciones, penales de varones y de mujeres, entre
otros lugares.
Su último destino fue la
parroquia de Nuestra Señora del Carmen, con sede en Tafí del
Valle, donde el
domingo 7 terminó su recorrido por las 22 comunidades que componen la
jurisdicción eclesiástica, llegando hasta la última capilla en El Infiernillo,
a 3.800 metros sobre el nivel del mar. También estuvo junto a los bomberos,
policías y enfermos. “La Imagen fue sacada de la urna para que los hermanos con
problemas de salud puedan verla y tocar el manto. Fue algo muy emotivo y
maravilloso”, comentó el párroco de la zona, Pbro. Rafael Navarro, apuntando
que “las caravanas fueron interminables desde su llegada, el pasado viernes”.
La Misa de clausura se
realizó a las 11.00 del lunes 8, siendo presidida por el Arzobispo de Tucumán,
Mons. Carlos Sánchez, y concelebrada por el Obispo de Catamarca, Mons. Luis
Urbanc, y los sacerdotes del clero de Tucumán, Pbro. Rafael Navarro, párroco
anfitrión; Pbro. Daniel Clérici, párroco de Nuestra Señora de Guadalupe, en Las
Lomas de Tafí; y Pbro. Dante Gómez, párroco de Nuestra Señora de la Medalla
Milagrosa.
Cientos de devotos de la
Patrona del Noroeste Argentino se reunieron en torno a la Eucaristía en acción
de gracias por este acontecimiento de fe mariana, vivido con mucha alegría y un
dejo tristeza por la partida la Madre Morena, quien llevó su gracia a esta atractiva
zona de los Valles Calchaquíes.
Una vez finalizada la
ceremonia religiosa, los presentes compartieron un almuerzo comunitario; y a
las 14.30, la Madre Morena emprendió su viaje hacia la vecina Diócesis de
Concepción, también en territorio tucumano.
Alrededor de las 17.00
arribó a Santa Lucía, donde fue recibida por el Obispo de Concepción, Mons.
José María Rossi, con la presencia del Arzobispo de Tucumán, Mons. Carlos
Sánchez, y el Obispo de Catamarca, Mons. Luis Urbanc.
“Fueron
dos meses de muchas gracias”
A modo de síntesis de estos
dos meses de la presencia de la Virgen del Valle, el Pbro.
Rafael Navarro, uno
de los coordinadores de las actividades, junto con el Pbro. Daniel Clérici,
reflexionó: “La visita misionera de la Virgen a nuestra arquidiócesis ha sido
una bendición muy grande, la hemos vivido con una intensidad enorme, con
lágrimas y alegría en el corazón, en las distintas parroquias, los pueblos, los
rincones hasta donde llegó”.
“Su presencia nos ha tocado
el corazón a los sacerdotes, religiosas y religiosos, laicos, al pueblo
sencillo. Fueron dos meses de muchas gracias, en que hemos podido ver muchos
frutos, pero seguramente hay otros que no los pudimos ver”, resaltó.
Asimismo, afirmó que “tenemos
el gran desafío de ser discípulos misioneros de Jesús al modo de María. Creo
que con Ella, la nueva evangelización se
hace más fácil, porque es la Madre que moviliza nuestros corazones”.
“Gracias, Catamarca, por
habernos permitido tenerla a Nuestra Madre del Valle, durante estos dos meses,
y por habernos sentido mimados y amados por Ella”, manifestó.