Durante
una ceremonia concretada el domingo 21 de julio, el Obispo Diocesano, Mons.
Luis Urbanc, instituyó Acólitos a los seminaristas Juan Marcos Bellomo y Ramón
Antonio Carabajal. La celebración eucarística tuvo lugar en el templo de San
Roque González, ubicado en el barrio Parque América, jurisdicción de la
parroquia de La Santa Cruz, en la zona norte de Capital.
En
la oportunidad, se dio lectura al decreto correspondiente, y fueron presentados
los candidatos a recibir el Acolitado.
A la
luz de la Palabra de Dios proclamada, Mons. Urbanc se refirió a este ministerio
como un paso más de los jóvenes seminaristas “en el camino que van haciendo en
su formación, en su discernimiento, en esta etapa de configuración con Cristo”,
dijo.
También
les propuso a los candidatos que “a ejemplo de Marta y María, sean realmente
hombres de oración y de acción, porque eso es lo que nos da como síntesis la
figura de María y de Marta, estas amigas que tenía Jesús junto con el hermano
Lázaro”, a la vez que los instó a que sean “hospitalarios”, como “estos tres
hermanos que solían acoger cordialmente a Jesús y también a los apóstoles. Lo
importante es la acogida cordial, que ustedes deben cultivar”.
En
otro tramo expresó a los jóvenes seminaristas: “Ustedes han venido ejerciendo el
Lectorado, esto de profundizar en la Palabra, y ahora en el Acolitado les
tocará servir muy de cerca a Jesús en la Eucaristía. Para nosotros, los
cristianos, la Eucaristía es fuente y culmen de la vida de fe. Todo brota de la
Eucaristía y nos lleva a la Eucaristía. Y ustedes prestarán ese servicio en el
altar”.
Finalmente,
propuso que “entre todos recordemos cuatro patas que son
fundamentales en la
vida cristiana: la oración, la doctrina, la comunión y la caridad”, que es
importante que “las tengamos presente siempre”.
Durante
el rito de institución de los ministros acólitos, el Obispo les entregó a Juan
Marcos y a Ramón, el pan y el vino, permitiéndoles desde ese momento colaborar
con el servicio del altar y dar la Sagrada Comunión cuando sea necesario.
Numerosos
fieles, entre los que se encontraban familiares y amigos, colmaron el templo para
acompañar a los flamantes acólitos, quienes actualmente realizan su etapa
formativa en el Seminario Mayor Arquidiocesano Nuestra Señora de la Merced y
San José, de Tucumán.