Estimados
Hermanos:
En estos días, entre tantos temas leídos, Dios
puso ante mí el texto que les comparto, puesto que semejante genocidio contra
ciudadanos argentinos indefensos y sin voz, no puede quedar para un mero lamento
solitario o, como suele suceder, para llenar páginas de periódicos o algunos
espacios televisivos, a partir de meros intereses económicos amarillistas que
generan debates “cholulos” y alimentan el morbo y superficialidad de no pocos,
sino que me impele a deplorarlo hasta la agonía y a denunciarlo a los cuatro
vientos, al igual que san Juan Bautista, el más grande de los profetas, quien
denunciaba y recriminaba severamente todo obrar humano contrario a las
disposiciones divinas que se expresan y son reconocidas por un sano y saludable
sentido común, que, a Dios gracias, todavía muchas personas lo tienen, y que no
debemos permitir que lo enfermen o aletarguen leyes, disposiciones o protocolos
inhumanos.
“Hola Alejandra: soy Mª José
Mancino, médico de Rosario y presidente de Médicos por la Vida. Te escribo
porque soy médico y me quieren
obligar a matar bebés.
Sí, escuchaste bien: el pasado
mes de Abril el Ministro de Salud, Daniel Gollán, firmó junto con la presidente
Cristina F. de Kirchner la guía de Protocolo
de Aborto no Punible donde
los efectores de salud públicos y privados están -estamos- obligados a brindar
el "servicio" de realizar abortos a pedido de la propia madre sin
mediar la intervención profesional de terceros.
Nosotros
nos oponemos. http://www.citizengo.org/es/25801-marcha-atras-guia-aborto-libre-argentina.
¿Y
tú?...
Si ya
firmaste, Alejandra, ¿podrías publicar la campaña en tu muro de Facebook para que más gente se pueda sumar a la
campaña?
¿Te
parece Alejandra, que un profesional de la salud con competencia, experiencia e
idoneidad sea obligado a
arrancar una vida del seno materno, trozando en pedacitos a un ser humano tan débil e indefenso como lo es un
bebé por nacer, y dejar herida a una mujer con el Síndrome Postaborto para toda
su vida?
Los
médicos no daremos abortivos ni ninguna otra sustancia letal que termine con la
vida de ningún paciente, así nos comprometimos en el Juramento Hipocrático. Curar cuando se puede, consolar
cuando no se puede.
La
Ley 25.673 “Programa de Salud Sexual y Procreación Responsable” excluye los
métodos anticonceptivos "abortivos”. ¿Por qué entonces el mismo Estado
cambia repentinamente de discurso y contraría la propia ley Argentina?... ¿Recuerdas
que el nuevo Código Civil
reconoce que hay vida desde la concepción? ¿Por
qué a meses de terminar el mandato la Presidente no sostiene el compromiso con
la vida de todos los argentinos?
En el
polémico protocolo se realiza una interpretación ampliada del supuesto no
punible de "peligro para la salud de la madre” incluyendo
su salud mental. Y no sólo eso sino que, ese supuesto de salud mental, deberá ser ponderado por la propia
madre "para respetar su autonomía”. Es decir, aborto
libre.
¿Desde
cuándo un paciente es quien se autodiagnostica? ¿Desde cuándo la falta de autoestima es
un trastorno mental grave que afecta la autonomía de la mujer al punto de matar
a su propia descendencia?
El
Protocolo atenta contra el derecho a la objeción de conciencia en su redacción y, además, excluye
la objeción de conciencia institucional, en contra de las disposiciones de la
ley 25673 que contempla tal derecho en el artículo 10.
De
aplicarse, los hospitales católicos estarán obligados a practicar abortos. Un
grave atentado a la libertad
religiosa. Los obispos ya han
expresado su crítica:"Las autoridades obligan
a impulsar el aborto en vez de salvar la vida de la madre y su hijo, y
buscar opciones verdaderamente terapéuticas y alternativas (…) el protocolo va más
allá de la legislación vigente y tiene vicios de inconstitucionalidad (…) evade la realidad jurídica de que
no existe en nuestro país un 'aborto legal' ni un 'derecho al aborto”.
¡Alejandra!
es una barbaridad y un atropello a los derechos de los argentinos que se viole
la Constitución de nuestro país, pretendiendo obligar a las instituciones médicas
y a los trabajadores de la salud a asesinar bebés y a dañar severamente la
integridad psicofísica de la madre, sin
brindarles primero asistencia psicológica y contención con un equipo
interdisciplinario de salud mental.
Cuento
con vos para frenar esta 'locura' de último momento.
Un fuerte
abrazo, Mª José Mancino y todo el equipo de Médicos por la Vida”.
Realmente, cuánta crueldad,
hipocresía, incoherencia y liviandad en este protocolo demoníaco, tan sólo para
congraciarse con ciertas ideologías, como la de género, que ataca directamente
a la especie humana y, sobre todo, a la mujer, a la que dice defender,
victimizándola con sádica crueldad. Dicen combatir la violencia contra ella, y,
en realidad, la ejercen sin escrúpulos. Si no es así, ¡demuéstreme alguien, que
no es violencia el asesinato planeado, colaborado, legalizado, eufemizado,
aplaudido, justificado e impune (pues este tipo de mercenarios,
como los corruptos, los narcos u otros inmorales de guantes blancos no van a
prisión para tratar de reformar su vida y reinsertarlos) de
los millones de niñas en gestación a las que se les trunca su propio,
irrepetible e intransferible proyecto de vida!
¡Basta ya de tanto odio y
ensañamiento contra la Mujer, la niña de los ojos de Dios, cuyo gran poema
creacional y obra maestra es la Santísima Virgen María: La MUJER!
¡Nuestra Madre del Valle,
cuida y haz que toda Mujer sea semejante a Ti, pues sólo así tendremos una
nueva humanidad animada por el amor, la ternura y el perdón!
Mons.
Luis Urbanč