Concluyendo con las nuevas
designaciones en comunidades de Capital y del interior diocesano, durante la
mañana del jueves 28 de febrero, el Pbro. Guillermo Chanquía tomó posesión de
la parroquia de Nuestra Señora de Luján, con sede en Chumbicha, departamento
Capayán.
Participaron de la ceremonia
las autoridades municipales, encabezadas por el intendente Alfredo Hoffmann,
directivos, personal, abanderados y escoltas del colegio parroquial Clorinda
Orellana Herrera, y fieles en general.
La Santa Misa fue presidida
por el Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc, y concelebrada por sacerdotes de los
Decanatos Centro y Capital.
En el inicio de la celebración,
se leyeron sendos decretos de designación del Padre Guillermo Chanquía,
proveniente de Hualfín, como nuevo Párroco, y Director General del colegio
parroquial Clorinda Orellana Herrera.
El Obispo entregó al presbítero
el libro de la Palabra de Dios, que luego fue proclamada.
Durante su homilía, Mons.
Urbanc agradeció al Padre Marcelo Amaya “el trabajo que vino haciendo”, en una
parroquia que experimentó su desmembramiento dando paso a la vecina parroquia
de Santa Ana y San Joaquín, con sede en Miraflores. “La jurisdicción parroquial
se achicó, pero tiene sus particulares connotaciones, así que muchas gracias
por el servicio que han ido prestando a lo largo de estos años con todo lo que
significa el colegio”, dijo.
En este punto destacó que “para
una parroquia, tener un instrumento evangelizador como un colegio es muy
importante, porque a esta institución vienen los chicos que estudian, pero
están detrás de ellos las familias, los docentes, el personal que ayuda, y todo
esto es un amplio campo de evangelización”.
Asimismo, enfatizó que “la
familia tiene que estar muy bien involucrada con la tarea de los hijos, y ahí
tienen que estar acompañando los docentes, quienes tienen que transmitir los
valores cristianos en este ámbito educativo”
En otro tramo de su mensaje el
Pastor Diocesano pidió a la comunidad que “reciban al nuevo párroco, lo
acompañen y trabajen juntos”, a la vez que invitó a “que todas las comunidades
tengan su Consejo de Pastoral, para que puedan pensar y discernir juntos lo que
el Espíritu Santo le está pidiendo a la comunidad parroquial de Nuestra Señora
de Luján, bajo cuya protección deben ponerse para ser humildes servidores los
unos de los otros”.
Continuando con el rito, el
Padre Chanquía hizo la profesión de fe, el juramento de fidelidad, y renovó las
promesas sacerdotales; además, recibió de manos del Obispo las especies del pan
y del vino; y después de la Comunión, las llaves del Sagrario.
Antes de finalizar la
celebración eucarística se dio lectura a los decretos del Municipio y del Concejo
Deliberante local, referidos a este acontecimiento, y se realizó el saludo
protocolar correspondiente.
También hubo palabras de
bienvenida al flamante párroco y de despedida al saliente, en una jornada de
mucha emoción para la comunidad puesta bajo al patronazgo de Nuestra Señora de
Luján.